Al día siguiente
estaba demasiado cansada para ir al instituto. El entrenamiento de ayer le
había pasado factura, le dolía todo el cuerpo y no había un solo músculo en el
que no tuviera agujetas .Podría haberle dicho a David que la volviera curar pero con el mosqueo de su abuela no era
plan de ir a pedírselo y por eso ahora estaba totalmente sin fuerzas. Su abuela
convenció a sus padres para que la dejaran en casa excusando un dolor de cabeza
muy fuerte.Y no fue hasta el medio día cuando salió de la cama y se metió en la
ducha.
Mientras el agua
caliente la caía por el cuerpo recordó la conversación que tubo la noche
anterior con su abuela.
-una Lemental es
la persona que controla un Elemento, el poder del Lemental es un poder único
,no hay replicas a diferencia del mío o el de tus compañeros
-¿Por qué?
-la leyenda que
te conté sobre los cuatro espíritus ,el poder de cada uno era un Elemento ,tu
eres una descendiente de los antiguos espíritus. El fuego es un poder puro ,al
igual que la tierra , el aire y el agua .Escucha atentamente porque necesito
que lo entiendas.-respiró hondo antes de seguir- Las personas que poseen una
magia pura son mucho más poderosas y
solo ellos pueden hacer ciertas cosas en el mundo mágico.
-¿qué cosas?
-por ejemplo
abrir un portal , cuando encerraron al mal en la antigua guerra cerraron todas
las puertas del mundo mágico separando a los humanos de la magia, aun así hay
gente mágica en la tierra como hadas o brujas ,estas personas decidieron tener
una vida humana en vez de seguir en el
inframundo.
-aun no entiendo
el significado de los portales- le dijo a su abuela para que se lo explicara
más lentamente
- hay cuatro
portales ,cada uno creado por un Lemantal y esas son las únicas entradas al
otro mundo, y solo los creadores del portal pueden abrirlo y cerrarlo.
- entiendo , bueno lo entiendo más o menos ¿ y la
misión?
-tenéis que
entrenaros para impedir que la hechicera libere al mal de nuevo
De repente
empezó a salir agua fría de la ducha sacándola así de sus pensamientos. Giró el
grifo para que saliera más caliente ,pero nada.
-mierda ,ahora
me he quedado sin agua caliente
Se termino de
duchar rápidamente, no le gustaba ducharse con agua fría ni en pleno agosto y
eso que vivía en una de las ciudades más calurosas. Se vistió con unos pantalones vaqueros muy cortos
,demasiado cortos pensó mientras se miraba al espejo ,seguramente eran los de
su hermana y se habían vuelto a confundir. Érica tenía una talla menos pero no
pensaba cambiarse después de haberse vestido “ sí , lo se, soy una floja” se
decía mientras se ponía una camiseta de tirantes blanca. Empezó a secarse el
pelo cuando oyó que llamaban a la puerta y fue corriendo abrir.
David se quedó
sin habla al ver a Tasia ,estaba descalza con el pelo hacía un lado despeinado,
tenía la camiseta pegada al cuerpo por culpa del cabello mojado y se le
transparentaba todo. Los pantalones eran tan cortos que apenas se les veía con
la camiseta y para colmo ella se mordía el labio de una forma tan provocadora
que borró cualquier pensamiento coherente de su cabeza. Se le secó la boca y su
respiración se volvió irregular .
Tasia no estaba
segura de si era real lo que estaba viendo , “¿David esta en mi puerta sin
camiseta?” cerró los ojos y los volvió
abrir para asegurarse “si ,si era real” miró sus ojos verdes que brillaban más
que nunca. Estaba haciendo un gran esfuerzo por no echar los brazos a su cuello
y comenzar a besarle . Es que era tan guapo.
-¿Qué haces
aquí?-consiguió decir no sin esfuerzo
-venía a traer
esto-dijo señalando el paquete que llevaba en las manos- pero ahora es otra
cosa la que quiero
Ella entendió el
significado de la frase pero intentó pasarlo por alto, no sabía si lo había
dicho enserio o no.
-¿qué es?
-¿el
que?-preguntó él por no saber si se refería al paquete o a su anterior
comentario
-la caja- le
aclaró Tasia para que no hubiera malentendidos
-no tengo la
menor idea, tu abuela me dijo que lo trajera .Está con los demás Guardianes -le
comentó
-bueno ,dame el
paquete ¿no?
-pesa bastante
¿lo meto dentro?
-vale ,sígueme
hasta el cuarto de mi abu
Subieron las
escaleras y entraron por la tercera puerta del pasillo a una habitación
bastante amplia y decorada muy rústicamente. El armario , la mesita y el
tocador eran de madera oscura, las cortinas de un azul cielo a juego con la
colcha de la cama y el cojín que había sobre la mecedora de mimbre.
-déjalo por ahí
Lo soltó alado
de la cama y se volvió hacía ella que lo
miraba intensamente
-¿Qué pasa
morena? Ya se que soy guapo pero no es para que me mires así
-creído , menudo
ego tienes, además soy castaña- le contestó enfurruñada porque la había pillado
mirándolo
-más bien
pelirroja
-bueno un mezcla
¿pero qué hacemos hablando de mi pelo?
-hablemos mejor
de por qué me mirabas así-e hizo esa sonrisa burlona mientras arqueaba una de
sus cejas rubias
Como le irritaba
ese gesto de arrogancia con la ceja, y aunque una de las razones de que lo
mirara fuera por lo guapo que era, prefería que le cortaran la lengua antes de
admitirlo
-¿es que no
tienes camisetas?- fue lo primero que se le paso por la cabeza para cambiar a
un tema más seguro, pero ese exactamente tampoco era muy apropiado.
El soltó una
carcajada
-alguna tengo
-¿ y sabes que
están para ponérselas?
-traía una
puesta pero me la han arrancado prácticamente antes de llegar
-claro- contestó
Tasia poniendo los ojos en blanco- alguna admiradora que se desvive por ti y no
podía dejarte marchar
-deberías darle
las gracias
-¿ a quien?-
preguntó ella frunciendo el ceño
- a esa admiradora,
gracias a ella te he alegrado la mañana, seguro que no tienes estas vistas
delante todos los días – le dijo señalándose así mismo
David tubo que
usar todo su autocontrol para no echarse
a reír abiertamente, Tasia lo miraba totalmente indignada y cada vez
apretaba con más fuerza los puños. Que fácil era sacarla de sus casillas, y que
divertido era ver su reacción
-vanidoso,
arrogante y egocéntrico- le gritó tirándole el cojín que había sobre la
mecedora
-sí, sí y sí,
pero también muy guapo ¿verdad?
-ooooohhh-replicó
ella exasperada intentando insultarlo pero sin que le salieran las palabras de
tantas que quería decir a la vez
-vale, vale-
dijo de modo conciliador David poniendo las dos palmas de las manos hacía
arriba -me rompieron la camisa en el entrenamiento
de esta mañana y no he tenido tiempo de ir a por otra
-entiendo –
comentó pasados unos momentos- ¿Qué me estáis ocultando?- le preguntó ella muy
seria y sorprendiéndolo por el cambio de la conversación
-no se a que te
refieres
-la discusión de
Marcus con mi abuela, se que hay algo que ella no me quiere contar y quiero que
me lo digas tú
-serán
imaginaciones tuyas ,además si tienes dudas ¿por que no se lo has preguntado a
ella?
-ya lo he hecho
pero cuando le he preguntado sobre la hechicera me ha puesto mil excusas para
marcharse sin contestarme
El andó hacía la
puerta para salir pero ella se lo impidió poniéndose delante. David no creía
que ella fuera tan perspicaz y sospechara algo tan pronto, podía haber echo
veinte mil preguntas sobre sus poderes , no obstante, la cabezota tenía
curiosidad sobre la hechicera, ¡la hechicera! Ni más ni menos . Pretendía
negarlo , este era asunto de Elisa no de él,pero vio lo terca que podía ser con solo mirarla.
-son cosas que
no tienes que saber, al menos aún
-son cosas que
me incumben- le reprochó ella
-pero yo no soy
el indicado para contártelas
Ella decidió
ignorar su negativa y comenzó a preguntar.
-¿Por qué solo
yo veo las sombras?
David la miró
especulativamente antes de suspirar y contestarle.
-por ser una
Lemental
- ¿Qué tiene que
ver?
-crear sombras
requiere mucha energía y la hechicera no va a usarlas para tonterías , tú
tienes más poder , por eso las usa contra ti para tenerte vigilada y cuando
bajas la guardia ella te ataca para debilitarte
-¿Quién es la
hechicera?
“mierda” maldijo
David para sus adentros
- una bruja de
la oscuridad , al igual que Lidia
-cuenta más
cosas sobre esa bruja, hechicera o lo
que se
David se sentó en la cama y Tasia lo siguió
para ponerse a su lado.
-es una historia
larga
-pues empieza ¿
como es físicamente?
- nadie que la
ha visto sigue con vida- se calló un segundo sin estar seguro de que revelarle , pero puestos a hablar mejor que
lo supiera todo- a excepción de una
- ¿Quién?
-Lidia
- ¡que!
-Tasia , no
debería contarte nada sobre la hechicera , pero quiero que lo sepas para que
estés preparada y también entenderás un poco mejor a Lidia
Ella asintió
para que siguiera
-Lidia es una
descendiente de la hechicera , esta lleva viva desde la gran guerra pues tiene
una solución para vivir eternamente, aunque no creo que quieras saberla ,es
demasiado cruel. La familia de Lidia siempre han sido brujas de la oscuridad a
excepción de una, Aria, la hermana gemela de Lidia, ella es un bruja de la luz.
Nadie sospechó que la hechicera fuera mala hasta que rapto a Aria hace dos años
.
-oh dios- no se
esperaba eso ,no podía asimilarlo. Solo pensar que podían hacerle eso a su
hermana la horrorizaba, no se imaginaba lo que estaría sufriendo Lidia
-eso no es lo
peor , la madre de Lidia luchó contra ella pero la mató y cuando Lidia llegó a
su casa su madre le contó lo que había pasado, minutos antes de morir. Desde
entonces Lidia busca a su hermana ,cree que no esta muerta ,no se porque ,pero
yo la creo. –cogió aire antes de seguir-Pasó un año sin ninguna pista pero no
se daba por vencida y eso que estaba completamente sola, hasta que se unió a
los Guardianes hace 6 meses cuando la
rescataron de unos magos que la tenían secuestrada . Nunca habla de su secuestro
por mucho que le preguntes.
(flashback hace
7 meses, Lidia secuestrada)
Lidia se levantó
del suelo tocándose la cabeza por donde le sangraba , respiró profundamente y
miró a los tres hombre que tenía delante. Llevaba dos semanas encerrada en ese
sótano y no sabía que es lo que querían de ella, tampoco sabía que eran
exactamente esas personas pero mucho más poderosos que ella eran , pues habían
conseguido neutralizarle sus poderes mientras estuviera en ese agujero
encerrada. Solo tenía que salir a la calle para escapar y lo había intentado
una y otra vez, como esta mañana que consiguió engañar a uno de ellos pero
la habían vuelto a pillar mientras
corría escaleras arriba y ahora le daban su castigo .
Uno de los
hombres , no podía distinguirlos porque los tres eran de la misma altura y llevaban
unas túnicas negras que impedía que pudiera verles las caras , asesto un
puñetazo en su mandíbula haciéndola caer, y mientras intentaba levantarse otro
le pego una patada en el estómago. Sintió como todo se volvía borroso y el olor
a oxido de su sangre la mareaba. El dolor
S era insoportable pero se negaba a llorar. Se sentó en el suelo a la
espera de otro golpe , aunque no se
daría por vencida, no les daría el gusto. Saldría de allí ,por ella ,por su
hermana.
-¿Qué queréis de
mi?
Ninguno de ellos
contestó, como pasaba siempre que les preguntaba cualquier cosa.
El hombre que le
había dado la patada la agarró del pelo y la hizo chocar contra la pared.
-cabrones-siseó
entre dientes
El que aún no la
había tocado se acercó y la levanto a la fuerza. Con un gesto de la mano hizo
salir a los otros dos ,luego tiro sobre el colchón que había en el suelo y se
subió encima .Lidia no paraba de pelear contra él , no tenía apenas fuerza
después de los golpes pero sin saber de donde sacaba la energía se revolvía , arañaba ,pataleaba todo para que él dejara de
tocarla, pero parecía que ese hombre ni se inmutaba de sus golpes .Le arrancó
la camiseta mientras empezaba a tocarle todo el cuerpo , sus labios comenzaron
a besarle toda su piel hasta llegar a su boca. Lidia le mordió , le mordió tan
fuerte que su labio comenzó a echar mucha sangre.
-zorra –y le
pego un puñetazo en la cara.
Era la primera
vez que escuchaba a alguno de sus secuestradores hablar y su voz sonó fría y
aterradora .De repente la puerta se abrió y bajo una mujer con la misma túnica
negra solo que los bordes eran plateados. Se acercó al hombre y con una mano lo
agarró del cuello y lo levantó para empujarlo contra la pared. Se volvió
acercar a él y lo obligó a salir de la habitación. Luego se giró hacía ella, la
ató y amordazó a una silla y se fue sin
decir ni una palabra. Lidia intento respirar calmadamente pero no podía dejar
de temblar y si no se curaba la herida de la cabeza pronto se desangraría.
Cerró los ojos y sintió las lágrimas correr por sus mejillas. Ahora que no
estaban podía darse el lujo de llorar, también podía permitir que el cuerpo le
temblara por el miedo y que la desesperación la embargara. En medio de ese
torbellino de emociones solo supo una cosa. Tenía que escapar.