Gritos. Todo eran gritos y gente corriendo. Tasia,
junto con David ,Lidia, y sus compañeras de habitación, estaban en el comedor
cuando entraron Nathaniel y Carlos para unirse a ellos y sentarse en la misma mesa
,como ya era costumbre. La expectación por las pruebas que comenzaban hoy se
notaba en el ambiente, y los nervios que sentía Tasia no eran tan extraños como
ella se creía, pues la mitad de los participantes estaban igual.
-come algo, necesitarás las fuerzas- le dijo David
antes de terminarse su tercera tostada.
-no me entra nada, los nervios me están volviendo loca
-es lo normal-comentó Carlos desde el otro lado de la
mesa-el primer año que yo participé me temblaban las piernas incluso tuve que
tomarme una tila
-¿te tomaste un tila?-inquirió Ade con lo ojos
brillantes
-sí, y no me duele admitirlo
Todos rieron y Tasia pudo relajarse un poco.
-¿cómo son las pruebas?-preguntó Lidia-no lo han
explicado
-es que vosotros sois los únicos nuevos, el resto de
los alumnos ya lo saben de años anteriores-intervino Nathaniel, luego empezó a
explicar la dinámica de la prueba de velocidad-creo que los participantes de
este año son unos sesenta, harán diez carreras de seis participantes, de esos solo cogerán a uno para
la final, el ganador. La última carrera son de
diez participantes y según su resultado así se puntúan.
-¿y el resto?-preguntó esta vez Tasia
-la de agilidad es sencilla, los profesores hacen un
circuito y aquellos que consigan superarlo en menor tiempo puntúan más alto
-no tan sencilla-le interrumpió Carlos-algunos no son
capaces de terminar el circuito
-cierto-convino Nathaniel con su compañero-la prueba
de magia siempre cambia. Entras en una sala con el consejo, según tu poder
ellos te pedirán que hagas ciertas cosas para ver como lo controlas y hasta
donde puedes llegar, es el consejo quien decide a quien dar los puntos, evalúan
tanto tu capacidad para dominarlo como la extrañeza de tu poder. No es lo mismo
una Lemental que una bruja-dijo mirando a Tasia y luego a Lidia. Paró para
beberse su tazón de leche antes de seguir- la de combate, es la más difícil a mi parecer. No tienes a
un oponente en concreto, eso lo reservan para la Arena, simplemente se hacen
parejas, que van rotando cada cierto
tiempo, y peleas para demostrar tus habilidades. Aquí los puntos también los
conceden el consejo y lo profesores según sus propios criterios. Por último
está la de orientación, aquí llevan ventaja los que más años llevan en el
internado ya que saben como moverse por el bosque, la prueba consistes en
hallar diez objetos que los profesores han ocultado anteriormente en el bosque,
quien encuentre uno y logre llegar a la salida sin que nadie se lo arrebate
puntúa, de los diez que encuentren los objetos el orden de puntuación será
según el orden de llegada.
-serán unos días ajetreados-comentó medio en broma
David
Miguel Alcalá se irguió en su silla en el centro de la
mesa principal mostrando su autoridad como jefe del consejo. Dio varias
palmadas que sonaron a través del enorme salón para conseguir la atención de
todos.
-hoy, queridos
alumnos, comienzan las pruebas para poder participar en la Arena, prueba que os
convertirá en el mejor Guardián. Como ya sabéis esta es la única manera que
tenemos para evaluar a un alumno-se calló y miró hacia sus costados donde se
sentaban el resto del consejo-cosa que va a cambiar. Mis jóvenes Guardianes,
este será el último año que competiréis en la Arena, los criterios de
evaluación cambiarán y seréis informados a su debido tiempo, ahora es el
momento de desearos suerte en vuestra lucha y deciros que el vencedor de este
año no solo recibirá su premio habitual, sino que será el elegido para una
misión de alto riesgo, donde demostraréis que todo lo aprendido
Y así comenzaron los tres días con más tensión,
cansancio y nervios que Tasia y sus compañeros jamás habían pasado. Antes de
una prueba pasaban horas entrenando y después tan solo tenían tiempo de dormir.
Siempre preocupados por hacerlo lo mejor posible, por las riñas entre otros
Guardianes que intentaban sabotearse entre si y a ellos también.
En la primera prueba, la de velocidad, David consiguió
quedar tercero y Tasia quinta, Lidia en cambio pasó por los pelos en la novena
posición.
La prueba de
combate , como dijo Nathaniel, fue la más difícil y sobre todo la más agotadora.
Hicieron dos grupos de treinta participantes, de cada uno de esos, quince
permanecían siempre en una colchoneta y otros quince iban rotando. David y
Tasia les tocó rotar, pero Lidia permaneció en una colchoneta y tuvo que
combatir contra sus dos compañeros. Al cuarto o quinto combate los ánimos
aflojaron junto con las fuerzas. Al décimo todos los Guardines luchaban con
movimientos lentos intentando no agotarse y al terminar el último combate todos
quedaron totalmente exhaustos. El único que consiguió resistir mejor todo el
esfuerzo fue David ,que gracias a su poder de sanación sus energías no decaían
con tanta facilidad. De esa ventaja se percataron los profesores y se notó a la hora de poner
las puntuaciones. Él quedó primero y Jeray ,el antiguo ganador, en segundo
lugar.
-es increíble ¿cómo puedes seguir en pie como si
nada?-preguntó Lidia cuando David se reunió con ellas. El estaba sonriendo y
todos los demás medio muriéndose por el cansancio, los golpes y las
magulladuras de los combates.
-déjame ayudarte-dijo David sin contestar a su
pregunta. Como siempre hacía, le colocó las manos sobre los hombros y la pasó
parte de su energía para curarle cualquier malestar. Luego se volvió hacia
Tasia e hizo los mismo.
-gracias-murmuró esta última-me hacía falta
-¿cómo habéis quedado?-preguntó David
-quinta-dijo Lidia- y Tasia octava
-no está mal-comentó David-hemos puntuado dos de dos,
estaremos entre los quince seguro
-estoy segura de eso-añadió Lidia-aunque nuestras
puntuaciones aún sean bajas
-no os preocupéis, ahora vamos al comedor necesito
comer-dijo David al escuchar un gruñido de su estómago.
-pero no es la hora, no nos darán nada para comer-se
quejó Tasia. Ella también tenía hambre.
David le guiñó un ojo al escucharla y Lidia rió. En
esos últimos días Lidia reía más habitualmente y no estaba tan a la defensiva
con ellos. Eso sí, su carácter fuerte no se lo quitaba nadie.
-no te dan de comer a ti-comentó David mientras echaba
a andar cogiéndola de la mano.
-ni a mi ni a nadie, espera, no habrás usado esa
sonrisa tuya para conseguir todo lo que quieras ¿verdad?
-tus palabras no las mías-argumentó él
-creído y arrogante, ¿cómo es posible que siempre
consigas todo lo que quieres?-dijo Tasia medio irritada y medio en broma. David
era imposible y un sinvergüenza. Pero era su sinvergüenza.
-no te pongas celosa-le susurró al oído-para ti son
todas mis sonrisas
Tasia se puso roja como solía pasarla cada vez que
David le hablaba en ese tono. Pero era bastante peor sentir como se derretía
por dentro y las rodillas parecían
flanes. David era demasiado encantador para su sentido común, y sobre todo para
su cordura.
-no es eso, el otro día fui y una chica casi echo a
correr cuando le pedí que me diera algo para comer
-una cosa es que no den comida, otra muy distinta que
echen a correr-comentó Lidia-¿cuándo fue eso?
-pues...mmm... ah ya, a la mañana siguiente de que me
atacara esa sombra
Notó como David le apretaba la mano al recordarle ese
momento, ella lo había pasado mal pero también todos aquellos que la querían.
Tasia le devolvió el apretón, pero se sintió peor al pensar en Sergio y en
Aria, estaban haciendo esto por todos esos niños desaparecidos por la hechicera,
sin embargo se sentía inútil con esta espera.
-creo que si la chica salió huyendo fue porque te
tenía miedo-alegó David
-¿miedo de mí?
-después del espectáculo que se lió en la habitación
con esa sombras, somos como bichos raros que podrían matarlos con solo una
mirada-dijo Lidia con desdén
Entraron en la sala del comedor y pasaron por las
mesas vacías hasta llegar a la puerta que daba a las cocinas. Allí tres
mujeres, algo pasadas de años, cocinaban en unas ollas.
-María-dijo David poniendo cara de no haber roto un
plato en su vida
-pero si está aquí mi mozuelo-la cocinera más bajita
dejó lo que estaba haciendo y fue hacía él cogiéndolo por las mejillas-niño
deberías comer más te estás quedando en los huesos, desde que te fuiste a esa
casa particular tienes menos color en las mejillas
-debes de tener razón, no he vuelto a probar un plato
tan delicioso como tu tarta de queso
-pues tienes suerte porque tengo varios pasteles
guardados que hice ayer ¿y ellas quiénes son?-preguntó mirando por primera vez
a Lidia y Tasia-chicas sentaros, sentaros ¿os gusta la tarta de queso?
Tasia asintió abrumada por la mujer y se sentó en una
silla. Lidia hizo lo mismo.
-son Tasia y Lidia
-mmmm ya sé, tus compañeras ¿verdad? Estáis dando
mucho de que hablar este año, pero claro, David siempre estaba metido en todos
los líos, y siempre por mujeres
Tasia le lanzó una mirada con una ceja levantada. Una
mirada que decía: eso no me lo has contado. Él se pasó la mano por su
rubia cabellera intentando evitar su mirada.- y bueno ¿cuál de las dos es tu
novia?-inquirió la mujer mientras miraba en el frigorífico y sacaba una tarta
de queso con una capa de fresas por encima y una gran bandeja de macarrones
gratinados. Lidia no apartó la mirada de los platos, la boca se le hacía agua.
Los depositó sobre la mesa bajo la enorme sonrisa de David.
-es Tasia-contestó como si tal cosa mientras cogía un
trozo de pastel, estaba igual de bueno que como lo recordaba.
La Lemental casi se atragantó al escucharlo pero
intentó disimular su vergüenza comiendo también del pastel.
-así que eres tú-dijo la mujer eufórica mientras se
acercaba a ella- eres muy linda, y espero que tengas suficiente carácter para
desprenderte de todas las admiradoras de este rompe corazones, si se hubiera
mantenido con una sola no habría problemas, pero él era un pica flor
-¡María! -gritó David intentando callarla, pero ya era
demasiado tarde. Cuando le daban cuerda a esa cocinera ya no paraba.
-pero no es nada nuevo ¿verdad pequeña? Este niño ha
tenido todo lo que ha querido con una sonrisa y un batir de pestañas, tú
mantelo a raya y no dejes que te convenza de hacer lo que no quieres, el muy pillo, recuerdo una
vez hace un par de años cuando esa rubia Tiff...
-María nos tenemos que ir, me ha encantado tu
comida-la interrumpió David levantándose de un salto
-pero si no has comido nada-replicó la
cocinera-quedaros y comer algo más
-no, tenemos planes
-yo no-lo contradijo Lidia-eres tú el que tienes que
sacar de aquí a tu novia antes de que se entere de tu pasado como mujeriego, yo
quiero comer más
-y da la casualidad de que yo también quiero seguir
comiendo-añadió Tasia dedicándole una sonrisa tan dulce y empalagosa como
falsa, y él lo sabía-además me encantaría seguir escuchando las historias que
tiene que contarnos María
-que bien-exclamó María dando una palmada en el
aire-necesito algo de compañía
-Tasia por favor-le pidió David
Ella lo ignoró y se giró hacia la cocinera.
-bien-dijo él frustrado-si no es por las buenas ,será
por la malas- se acercó a Tasia y la agarró colocándosela en el hombro con la
cabeza en su espalda-María creo que te hará compañía Lidia, mi novia y yo
tenemos cosas que tratar
-David maldito seas, bájame de aquí, ¿qué no quieres
que escuche? , venga admítelo y por Dios suéltame
Escucharon la risa estridente de la cocinera mientras
salían. Tasia seguía insultándolo con todo lo que sabía y David no abría la
boca.
-enamorados-comentó María negando lentamente con la
cabeza-que buenos tiempos
Pasaron el comedor y David anduvo con grandes zancadas
a través de los pasillos, que en ese momento estaban desiertos, llegó a su
habitación y la soltó en la cama. No había nadie más que ellos dos.
-¿estás loco?¿por qué me has sacado así?
-no quería que escucharas
-vaya noticia, dime algo que no sepa ,quizás el por
qué no querías que yo supiera lo que hacías antes
-es complicado
-pues empieza, si no volveré a la cocina cuando te des
la vuelta
-sé que te vas a enfadar
-no, David, ya estoy enfadada
Él daba vueltas por la habitación sin cesar de
removerse el pelo. Cada ciertos pasos se paraba y la miraba, solo para volver a
caminar mascullando en voz baja. Tasia en cambio esperaba sentada en a cama
tamborileando los dedos sobre las colcha y con un tic nervioso en uno de los
pies.
-haber-empezó él-mi vida antes de conocerte, antes de
mudarme a la finca era diferente, no pensaba en las consecuencias
-tu reputación aquí es intachable-argumentó ella-fue
una de las razones por las que te fuiste con Lidia
-en el ámbito de Guardián sí, notas perfectas,
entrenamientos perfectos, pero no fuera de clase, hice muchas locuras
-con niñas ¿verdad?
David asintió con la cabeza. Tenía una mirada extraña,
como si quisiera decir algo pero no pudiera explicarlo. Algo que ocultaba.
Tasia suspiró ya sin rastro del enfado anterior.
-esa vida que dices que llevabas ¿ha
terminado?-preguntó cautelosa. Él no le mentiría, no como hacía Sergio. Por que
si resultaba ser otra farsa, sabía que esta vez le dolería mucho más.
-sí-se apresuró a confirmar él-por supuesto que sí,
solo que no quiero que oigas esas cosas sobre mí, no quiero que te alejes o que
creas que podría volver a ese tiempo
-lo entiendo-al menos eso intentaba-, pero eso no
quita que quiera saber
David suspiró.
-de acuerdo, pregúntame lo que quieras saber
Tasia se mordió el labio pensativa.
-la rubia de la que hablaba María ¿era Tiffany?
-sí
-¿qué pasó?
-nos pillaron en el baño
-¿pillaron en el sentido de.. de..?
-sí, salí por la ventana en ropa interior y andando
por la tapia acabe en la habitación de una maestra nueva ,muy joven,
yo...yo...-David tuvo que parase y respirar varias veces-yo acabe en la cama
con esa profesora
Tasia no dijo nada. Los celos mezclados con algo más
profundo se arremolinaban en ese momento en su interior.
-vale, no quiero saber más
El sonrió más relajado ,aunque tenía una mirada casi
implorante, rogándole que no le preguntara nada más.
-ya no importa, pero esos son los comentarios que vas
a escuchar sobre mi,- la agarró de las manos mirándola a los ojos. El verde
intenso de David frente al turbulento marrón de Tasia.-tú eres importante para
mí, eres lo único que a entrado en mi vida que vale la pena
Lo dijo tan serio, con tanta intensidad que el corazón
de Tasia comenzó a latir más deprisa. Llevó su mano hasta la mejilla de él y lo
besó. No podía cambiar su pasado pero eso no indicaba que siguiera siendo así
¿verdad?