Tasia se estaba haciendo un bocadillo metiendo todo lo
que encontraba en el frigorífico entre cada trozo de pan. Cuando se ponía
nerviosa la daba por comer, daba gracias al cielo por no ser de las que
engordaban, aunque con los entrenamientos de Marcus eso era casi imposible.
¿Qué le dirían
las hadas? Estaba echa un manojo de nervios, al igual que todos los demás
presentes.
-abu-dijo Tasia captando la atención de Elisa-hay algo
que no entiendo, si tú eres una vidente ¿por qué no ves tú lo que pasará y no
Fiuri?
-me imaginaba que no tardarías en darte cuenta- alegó
suspirando- mi poder esta vacío, sin energía, yo ya no tengo las fuerzas
necesarias para controlarlo sin que me matase,viene y va, como cuando aparece
las primeras veces antes de que lo domines, lo que si puedo hacer es ver el
pasado, mi poder no se ha agotado los suficiente todavía
-¿y Érica?- fue Dani quien preguntó-también es vidente
¿no?
-no puedo usar las visiones a mi antojo, solo las veo
en mis sueños o cuando tocó algo significativo – explicó Érica- estoy
intentando remediarlo
-aún es muy pronto para que lo consigas- añadió su
abuela
Altea bajó de la lampara y voló hasta Tasia. Agarró
una loncha de jamón york y echó a volar con ella mientras intentaba comerla.
Contando que la loncha era casi tan grande como el hada era bastante gracioso y
todos rieron relajando el ambiente. El camino de Altea con el fiambre acabó cuando se chocó contra la pared. Se
levantó de un salto arreglándose el vestido y dejando la loncha en el suelo.
-ven aquí que te de algo que te pueda entrar en la
boca- le dijo Tasia
-mirad- exclamó David
Él no había echo ni una movimiento desde que entraron
en la casa. Mantenía la espalda rígida con los brazos cruzados en el pecho y
sin apartar la mirada del jardín. Esa era la primera palabra que decía en todo
el rato. Estaba tenso, como si estuviera soportando una tortura, y por su
expresión ,lo parecía.
Todo se levantaron al momento para mirar por la
ventana, la cúpula estaba desapareciendo.
-¿podemos salir?- preguntó Lidia, era la más
impaciente por saber que es lo que habían visto aunque intentaba disimularlo
como podía.
Altea asintió.
Nadie quiso esperar a que entraran las hadas y
salieron hacía a fuera. Todos menos David que se quedo atrás.
-¿no vienes?- le preguntó Tasia arrugando el
entrecejo, estaba comportándose de lo más raro
-sí- él sonrió para tranquilizarla, la conocía lo
suficientemente bien para saber que se había
dado cuenta de que le pasaba
algo- solo necesito un minuto a solas
Tasia accedió y salió sin decir nada.
David pasó una mano por la nuca intentando liberarse
de la tensión. Sentirse rodeado de tanta magia le hacía querer salir todo su ser fuera, era algo que no podía
permitir, por culpa de la hechicera no podía controlarse. Y acabaría hiriendo a alguien que le
importaba. Ese era el pensamiento que le
venía a todas horas empeñaba la felicidad que sentía cuando estaba con Tasia.
Pronto los Guardianes descubrirían lo que él había echo y estaría fuera de
aquí, tendría que dejarlo todo y empezar de nuevo. Pero aun así no tendrían
porque saber su pasado, ni saber la cruda realidad de todo esto. La hechicera
no era el peor de todos los males. Aunque ellos todavía no lo supieran.
- ¡Fiuri!- gritó Tasia
Al oír la voz de Tasia asustada David salió. Lo que
vio fue a Fiuri en las manos de Tasia llorando. Un hada llorando. Eso no estaba
bien, las hadas no lloraban, no estaba en su naturaleza, pero todos lo estaban
viendo ,y todos estaban igual de sorprendidos y horrorizados.
-no podéis ir, no lo hagáis- suplicó
-¿Qué ha ocurrido?- preguntaron varios a la vez
Nadie contestó, solo se escuchaban los sollozos de
Fiuri. No se dijo ninguna palabra hasta que Sherezado intervino.
-vi el camino- explicó- pero algo ocurrió y me obligó
a salir de allí, no pude ver a la hechicera
-¿pero sabes dónde está?-inquirió Lidia
-sí
-entonces cuál ha sido el problema-fue Érica la que
habló
-Fiuri ha visto algo que la ha trastornado- comentó
Elisa
-cuentanoslo- le pidió Tasia a el hada del futuro
Marcus y Daniel estaban atrás mirando y observando
pero sin poder decir nada, porque a pesar de que estuvieran entre los
Guardianes, eran Guardienes latentes, ayudaban en lo que podían y como podían
,pero se les estaba prohibido participar
dentro de la magia, ni siquiera Dani podía estar en contacto con ella,
solo era capaz de explicar la teoría y nada más. Algo que lo frustraba
enormemente, no era de los que le gustaban quedarse de espectador. Lo mismo le
ocurría a Marcus, no obstante, con los
años ,había sido capaz de asimilarlo y entenderlo. Tienes que ser capaz de
aceptar las cosas como son y aprovechar al máximo tus habilidades, eso era algo
que su sobrino aún tenía que aprender.
El silencio se alargó hasta que Fiuri consiguió
respirar regularmente y tranquilizarse lo suficiente para poder hablar.
-no podéis ir- volvió a repetir
Todos se hacían una idea de porque pero con todo Lidia
preguntó.
-¿qué es lo que has visto para sea tan peligroso ?
Fiuri tragó y levantó la mirada. Sus ojos agua marina
brillaban debido a las lágrimas pero era el miedo en ellos lo que todos
temieron.
-he visto a la muerte
Las manitas de Altea se agarraron con fuerza al brazo
de David. Estaba asustada. Las hadas eran seres felices que disfrutaban de los
placeres de la vida, sentir la muerte era algo malo para un espíritu de hada,
incluso ella que era el hada del amor lo sabía. La muerte afecta a cualquier
poder, afecta a todo lo que le rodea cuando ocurre.
-explícanos qué has visto- le urgió Elisa
-la pregunta no es qué, sino a quién- dijo Marcus, con
voz vibrante.
Todos se
giraron a mirarle, uno de ellos no regresaría, o quizás todos. Ya sabían desde
un principio que sería peligroso y que en cualquier misión podían morir, pero
eso no era lo mismo a que te lo dijeron cien por cien asegurado, a saber que a
cada paso o a cada decisión la muerte
estaría esperando.
-si hacéis lo que tenéis planeado ahora, Lidia morirá
o Tasia, o David, la muerte os rodéa desde que entráis en esa carpa
La bruja no se inmutó, ni siquiera pestañeó, pero eso
solo era una fachada. Lo único que indicaba sus emociones eran las uñas que se
apretaban fuertemente en sus palmas. Tragó varias veces antes de poder hablar,
quería que su voz no se quebrara al pronunciar su pregunta pero no podía negar
que estaba asustada. Conocía demasiado bien la magia de hada para saber que sus
predicciones siempre eran exactas.
-¿y si no vamos?- había conseguido decirlo
Fiuri se mordió el labio inferior mirándola con ojos
tristes.
-entonces será tu hermana quien muera
En ese momento las piernas de Lidia fallaron y cayó de
rodillas al suelo. Agachó la cabeza cerrando los ojos con fuerza. Su pelo le
tapaba la cara y nadie podía ver su
mirada oscura, su rabia contenida, su miedo haciéndose cada vez más
grande. Tasia que era la que estaba a su lado ,se sentó junto a ella. Si le
decía que la entendía sería mentira, si soltaba alguna frase de condolencias
Lidia se cabrearía, si intentaba consolarla se iría, así que tan solo se sentó
sin decir nada ni hacer nada, solo para que supiera que estaba a su lado.
-podemos cambiar las cosas, la hechicera no va a matar
a Aria aún, esperaremos hasta que cambie de posición, una vez que sepa que la
hemos encontrado se irá de ese lugar, el destino no será igual, sería arriesgado pero lo intentaremos - dijo
David convencido
Lidia levantó la cabeza de inmediato, si había una
oportunidad...
Pero Fiuri hundió sus esperanzas al esbozar una
sonrisa compungida y pronunciar las siguiente palabras.
-también he visto que dirías eso, y llevaríais acabo
ese plan pero- se calló porque no sabía como expresase, dar esas terribles
noticias le estaba costado demasiado
-cuentalo- le instó Elisa con voz suave pero llena de
dolor
-¿ lo has visto?- le preguntó el hada abriendo los
ojos
-sí, pero me gustaría no haberlo echo- declaró con
desazón
-debéis entender que siempre habrá una muerte, he
buscado cada camino, cada decisión que podíais cambiar pero siempre hay una
muerte detrás- explicó Fiuri
-¿quién será? Di quien morirá si intentamos hacer el
plan de David- estalló Tasia, se sentía tan impotente, saber todo el mal que
causaba la hechicera y no poder hacer nada para evitarlo hacía que todo el
fuego en su interior se avivara y ahora notaba como corría por su sangre
dispuesto a estallar.
-tú- respondió el hada
No sabía porque, pero no se asustó. El destino siempre
podía cambiar, era lo único que entraba en su cabeza. Estaba tan enfadada por
la situación que no le importaba nada, aunque
pensar que encontraría su muerte al enfrentarse con la hechicera le
revolví algo en el estómago. Los Guardianes habían tenido que enfrentarse a
eso durante siglos, era lógico que
muchos murieran y si tenía que hacerlo, sería luchando. Ahora era capaz de
pensar así debido a todo la energía del fuego que brotaba salvajemente , era
como si estuvieran contándole el pasado de los antiguos Lementales, al fin y al
cabo ,todos habían crecido y muerto con el espíritu del fuego en su interior.
-no vais a ir- sentenció Elisa- y no hay más que
hablar- se giró haciendo que su falda larga hiciera una ola en el aire. Luego
entró dentro.
Érica se abrazaba así misma acariciándose los brazos
para intentar eliminar el frío que se había apoderado de ella. Tragó saliva
observando las caras de todos los presentes. Daniel tenía la vista perdida, sin
saber como digerir la noticia, su tío, al igual que siempre, tenía la cara
indescifrable sin poder intuir la más mínima pista de lo que pasaba por su
mente, David apretaba la mandíbula con
fuerza totalmente tenso, en su rostro se mezclada la incredulidad con algo que
no lograba comprender, ¿era miedo eso que se filtraba en sus ojos al mirar a
Tasia? Su hermana, por otro lado, tenía una expresión decidida, como si hubiera
tomado una decisión pero era Lidia la que peor se encontraba , Lidia estaba
rota por dentro. Al menos eso había pensado una segundo antes, porque ahora se
levantaba como si nada hubiese ocurrido, con expresión seria, decidida al igual
que lo estaba Tasia.
-voy a ir- dijo la bruja de la oscuridad con voz clara
para que todos la oyeran
-es demasiado arriesgado-replicó Marcus- no vamos a
permitir que ninguno de vosotros se ponga en peligro, se anula la misión
-no puedes impedírmelo Marcus, iré a por mi hermana,
es la única oportunidad que tengo
-yo voy contigo- añadió Tasia- se lo que ha dicho
Fiuri, pero tengo fe en que nosotros escribimos el destino, debo creer que es
así, sino...sino no vale la pena vivir
- una muerte detrás de cada camino- volvió a recordar
David repitiendo las palabras que había dicho Fiuri
-¿y por qué no la hechicera?¿por qué nosotros?una vida
se perderá ese día, no tiene que ser la nuestra- exclamó frustrada Tasia sin
saber si lo que decía tenía sentido o no
-podría funcionar- comentó Sherezade, no había querido
intervenir en la anterior discusión sabiendo que estaba de más, pero lo que
Tasia decía podría ser una luz, una respuesta a ese problema- pero no hay
garantía de resultado, podéis matar a la hechicera y aun así perder a alguien
en el camino, nunca se sabe a por quien
irá la muerte.
-esta decidido, iremos- declaró Tasia
-pero no podéis hacerlo- intervino Érica-yo no quiero
que te pase nada-le dijo a Tasia agarrándola de la mano, sus ojos le suplicaban
que le hiciera caso, no quería perder a su hermana- por favor no vayas, no
arriesgues tú vida por una niña que no conoces, ni siquiera sabéis si la
encontraréis a pesar de que vayáis
-no hace falta que se lo pidas- intervino Marcus- no
va a ir, ni ella ni ninguno de los demás-se giró hacia Lidia y con el tono de
voz de un capitán acostumbrado a que obedezcan sus ordenes preguntó-¿entendido?
Lidia le miró directamente a los ojos sin retroceder
ni un ápice dispuesta a plantarle cara. Levantó la barbilla levemente y se
irguió inconscientemente para intentar igualar
su estatura con la de su entrenador.
-lo entiendo a la perfección- le contestó ella con
deliberada lentitud- pero ni por un instante pienses que te voy a obedecer, y
no necesito la ayuda de nadie- le dio la espalda a Marcus y le habló a Tasia,
quien discutía con su hermana pequeña en susurros- no te necesito, puedo
cuidarme sola, además este guerra no va contigo
-¿qué no va conmigo?, la hechicera lleva enviándome
ánimas desde que tengo uso de razón y en estos últimos meses a intentando
matarme un par de veces, por no decir que casi acaba con la vida de mi mejor
amiga ¿y te atreves a decir que no va conmigo? Yo no se tú, pero voy a ir
quieras o no
-si esta todo decidido- añadió David cortando la
discusión que iba a comenzar entre las dos chicas- yo también voy
-¿es qué estáis todos locos?- exclamó Érica- las hadas
acaban de decir que vais a morir, que alguno de vosotros ,por no decir todos ,
no viviréis para contarlo
Sus palabras fueron duras y afectaron a todos, sin
embargo, ya habían tomado una decisión y no iban a cambiar de opinión.
Daniel carraspeó en medio del silencio que se había
formado.
-creo que no tenéis opción- declaró cuando vio como una luz amarilla brillante cubrió todos los terrenos de la casa como si de una niebla suave y fina se tratase e
intentara envolverlos dentro- es un campo de fuerza, nada puede entrar...ni
salir