domingo, 30 de diciembre de 2012

Capítulo 45 (pequeños accidentes)




-te echo de menos¿dónde estás?-preguntó Cintia a través del móvil
-si te lo contara no me creerías-se justificó Tasia- yo también te echo de menos, me gustaría que estuvieras aquí conmigo
-ayer hablé con Javi, antes de que marchara de viaje con toda la clase, ahora me arrepiento de haber repetido
-ya te avisé- la interrumpió Tasia
-el caso es que estaba echo una furia contigo, Nacho también
Tasia pensó en sus amigos de la infancia y tubo que tragar para no llorar. Todo estaba cambiando y tenía la sensación de que la situación se le escapaba de las manos sin poder remediarlo. No podía contarles nada, todo ese mundo era secreto. Pero los echaba de menos, siempre habían estado con ella.
-me llamó la otra noche para quedar, no pude ,estaba...-haciendo un ritual con hadas mágicas, pero eso no podía decirlo
-estabas haciendo algo raro con esa magia tuya, entiendo que no puedas contármelo todo, aunque no me haga ninguna gracia
Tasia se mordió el labio. Por muy loca que pareciera Cintia en el fondo era la mejor amiga que podía pedir.
-Nacho dice que te has aburrido de nosotros y que ahora te vas con gente nueva, y Javi no sé lo que piensa, pero los dos están heridos de que no les digas que pasa y que los rehúyas, aunque en verdad no sea así. Leila está más enfadada por no saber que pasa que por otra cosa.
-me siento como si me hubieran aplastado con una apisonadora-confesó Tasia, cada vez le costaba más no llorar.-no sé que les voy a decir ni que hacer cuando los vea ¿y tú?¿qué haces ahora sin mi?-intentó bromear, pero no lo consiguió
-pues yo estoy intentando sacarme el maldito graduado de una vez, salgo con ellos como siempre y no me pierdo ni una fiesta
-Cintia, gracias, por estar siempre ahí
-no hace falta darlas, no creas que te vas a deshacer de mi con tanta facilidad
Las dos rieron como antes. Se habían visto hacía unos días, sin embargo a Tasia le parecía una eternidad.
-Tasia...-empezó de nuevo seria-mañana han planeado una red de búsqueda para Sergio, no se sabe nada de él, sus padres han empapelado toda la ciudad con su foto pero nadie llama,
Las lágrimas ya no aguantaron más. Se deslizaron por su cara como un torrente. Pero eran silenciosas, intentando ocultárselas a su amiga ¿Cómo seguía teniendo lágrimas después de todas las que había derramado la noche anterior?
-¿crees que estará bien?¿que lo encontraremos?-preguntó Cintia-tu hermana también se ha unido ¿tú podrás venir?
“no, no lo encontraréis” pensó desolada.
-yo no puedo, ahora estoy bastante lejos de Granada, ni siquiera se donde me encuentro con exactitud, ruego que lo encontréis, ojala, -respiró profundamente para calmarse-perdóname pero tengo que irme, te quiero no lo olvides-y colgó antes de escuchar la respuesta.
¿Qué haría para mantener la farsa cuando volviera? Todos con esperanzas, creando grupos de búsqueda, y ella sabiendo que no encontrarían nada.
Se metió en la ducha deseando que todos esos pesares se esfumaran por el desagüe.


David estaba sentado en el tejado del piso más alto del internado, estaba viendo el anochecer con los pies colgados hacía el vacío. Quiso que Tasia estuviera ahí con él, pero cuando la buscó, no la encontró. Ahora sus pensamientos estaban fijos en las pruebas de mañana, o más bien ,en lo que pasaría cuando ganaran la Arena, porque estaba seguro de que lo conseguirían. Él era un luchador experimentado, con años de experiencia, y los Guardianes de este internado aún eran principiantes que no habían probado sus habilidades en un campo de batalla. No en uno de verdad. Ganarían, y luego lucharían contra la hechicera. La expectación por saldar esa antigua deuda con la hechicera hacía que su sangre corriera con más velocidad. Repasaba una y otra vez como poder vencerla, pero nadie lo sabía. Aunque claro, podía perder mucho más de lo que ganaba. Sus secretos no podrían estar siempre ocultos, bien lo sabía. Más ese era un riesgo que estaba dispuesto a correr, la hechicera tenía algo que le pertenecía y lo necesitaba de vuelta, era necesario para poder seguir rodeado de la gente que quería, como Tasia, como Elisa, como Lidia, ahora eran una familia. Se le hacía extraño pensar en tener una nueva familia, hacía tantos años que había olvidado lo que se siente al estar rodeado por gente que te quiere ,que a veces ,le costaba abrirse a ellos. No obstante, sí había algo que no se quitaba de su mente, que permanecía ahí, como una nube que tapaba el sol en un día de playa; la predicción de las hadas. Alguien tenía que morir. Alguien iba a morir. Y el destino ya estaba escrito.

-¡David!¡has visto esto!
Lidia estaba echa un basilisco, andaba a grandes zancadas y sus ojos brillaban aterradoramente. El aura de magia negra casi la envolvía y estaba seguro de que si alguien la había visto en ese estado se habría escondido debajo de la cama. En cambió él a miró con una ceja alzada acostumbrado a su mal temperamento.
-¿qué tengo que ver?
-¡esto!-y puso delante de sus narices un papel amarillo con la letras impresas en negro.
-ya lo había visto- remarcó la última palabra- son las reglas de la Arena, ¿qué hay de malo?
-pero tú es que eres...- y ahí siguió una retahíla de insultos hacía David que no cesaron hasta que él se levantó del bordillo y la obligó a callar
-ahora, te vas a comportar como una señorita y me vas a explicar que es lo que sucede-le ordenó con voz suave
Lidia respiró y su aura descendió hasta desaparecer. Al parecer llevaba demasiado tiempo intentando comportarse y su mal genio había salido sin esperarlo. No había remedio, era imposible cambiar a Lidia.
- aquí dice que si entramos los tres en la Arena  o cualquier otro grupo, podemos unirnos contra los demás y el resto estarían en desventaja
David la miró sorprendido. Había leído las normas por encima sin prestar atención.
-eso es una tontería, nosotros decidimos si participar en grupo o no -se quejó él
-bueno, parece que el consejo siempre consigue salirse con la suya, al menos Miguel, quiere que nos enfrentemos unos contra otros y lo va a conseguir. Nadie se va será capaz de intentar participar en grupo.
-no, no lo van hacer, no quiero ni pensar que clase de examen serán capaces de hacer
-viejo bastardo,esto ha sido idea de Miguel, ¿qué vamos hacer?¿quiénes vamos a entrar?- preguntó ella alterada de nuevo
-espera-el cerebro de David comenzó a funcionar con rapidez. Uno no podía entrar, Tasia, Lidia o él mismo ¡Tasia!- Lidia ¿crees que Tasia sabe esto?
-supongo, todos ya están al tanto
David esbozó una media sonrisa.
-¿y no te resulta sospechoso que justo el día que anuncien las normas Tasia haga el peor entrenamiento hasta ahora?
Lidia no había pensado en eso. En realidad no había pensado en nada después de haber leído el cartel.
-ella ha decidido por nosotros, no va a entrar- concluyó al fin la bruja-muy típico de ella comportarse como la heroína-no fue un elogio precisamente
-lo que ella no sabe es que si no participa tampoco podrá ir a la misión
-¿estás seguro de que no lo sabe o que no quiere ir ?
-piensalo, - le pidió David a Lidia-Tasia no es una cobarde
La bruja suspiró dando vueltas por la azotea. El sol ya se había ocultado y había nacido una sueva brisa fresca.
-no, no lo es- admitió ella- es tonta, eso es lo que es-David sonrió. Sabía que Lidia no lo decía con malas intenciones.-¿entonces qué es lo que vamos hacer?
-podríamos participar solo dos- propuso David como primera opción
-ni hablar, no solo quiero ganar la Arena sino que me encantaría darle en todas las narices a los del consejo, si hace falta haré yo ese examen
-no lo aprobarías, y estás contando con que los tres pasemos todas las pruebas, todas, y te recuerdo que la orientación de Tasia es nula, y tú no tienes velocidad ninguna
-contando que las pasemos todas-rectificó ella de mal humor
-en ese caso, yo haré el examen
Lidia lo miró como si estuviera loco. Él era el mejor en combate, el perfecto para entrar en la Arena.
-no, contigo tenemos más posibilidades de ganar, me quedaré yo o Tasia-sentenció
-yo aprobaré el examen sea cual sea, sé todo sobre magia, mucho más de lo que vosotras podáis aprender en un par de días,-se alborotó el pelo sin darse cuenta y volvió a leer el papel amarillo-además, vosotras sois un buen equipo, cuando participáis juntas-aclaró esto último riendo, se picaban mutuamente en los entrenamientos pero las había observado bien , eran buenas luchadoras.
-no estoy segura-repuso Lidia dubitativa- pero en fin, si es lo que quieres...ahora el problema es Tasia, ella había decidido por nosotros, tendremos que convencerla.
-cierto, vamos ahora

Cuando llegaron a la habitación de Tasia esta ya se había puesto el pijama y se peinaba el pelo sentada en la cama. Carmen con su melena morena leía en la cama de arriba y las dos gemelas cuchicheaban entre ellas en otra cama. Solo faltaban las dos brujas de la oscuridad, Zule y Ade. Tasia alzó la miraba y les sonrió.

-hola chicos ¿qué hacéis aquí?
-tenemos que hablar-dijo Lidia directa al meollo del asunto
-claro, ¿qué sucede?-preguntó ella más cautelosa, los dos la miraban expectantes.
-no me voy andar con rodeos-aseguró Lidia andando hacia ella-tú vas a participar en la Arena, lo vas a dar todo en las pruebas y luego iremos a la misión contra la hechicera
-ese era el plan
-sí, hasta que tú decidiste quedarte fuera para que nosotros dos entremos en la Arena-intervino David sentándose a su lado. Él no la miraba amenazadoramente como Lidia
-no sé de que habláis
-sí que lo sabes-gritó Lidia.
- ¡bueno y qué!, sí quería hacer eso, sí-admitió Tasia también gritando y levantándose de la cama- yo no soy tan buena como vosotros, todo lo sabéis hacer, todo os sale bien, pero a mi ¡no!. Solo quiero ayudar, hacer lo mejor.
Nadie contestó tras su arrebato. Se hizo un terrible silencio mientras todos los presentes la miraban.
-no sabía que pensases eso- intervino David
-intentó mejorar, aprender pero no os alcanzo, a veces simplemente me cuesta-se sinceró-no es contra vosotros , es que todo esto- y movió la mano abarcando toda la habitación- es nuevo para mi
-oh  por favor ,cállate-se quejó Lidia-no puedo creerme que pienses eso, eres una Lemental, claro que es difícil al principio nadie nace sabiendo ,así que deja de quejarte y esfuérzate más
-Lidia déjalo ya-le advirtió David, estaba siendo demasiado dura.
-es la verdad-se defendió
A Tasia le dolió escucharla ¿por qué no hacia un intento por entenderla? Sabía que Lidia tenía razón, pero eso no lo hacía más fácil. Y entonces se enfadó. Se enfadó porque ahí estaba ella, intentando expresar lo que sentía y esa bruja malhumorada no se molestaba lo más mínimo en ayudarla.
La miró echando chispas por los ojos y esta le devolvió la mirada.
-¿qué vas a hacer?-se burló Lidia
Y en un arrebato, Tasia lanzó una poderosa llama de fuego contra ella. Lidia que estaba atenta a todo le dio tiempo a crear un escudo negro, uno muy resistente para poder soportar su ataque. Y aunque el fuego no llegó a tocarla, la fuerza del impactó hizo que volara hacia atrás chocando contra la pared. Fue un duro golpe porque traspasó la pared rompiendo el tabique y cayendo desparramada en el baño. Había trozos de ladrillo y yeso a su alrededor, y a pesar de haberse protegido le dolía la espalda una barbaridad. Todos corrieron hacia ella preocupados. La que más Tasia que no paraba de disculparse.

-lo siento, lo siento tanto, yo no quería hacerte daño, lo hice sin pensar
Lidia se levantó sacudiéndose el polvo y tosiendo con fuerza. David le puso las manos sobre los hombros y notó como le curaba cualquiera malestar. No protestó. Tener un compañero que te curaba las heridas incluso antes de que te saliera era muy, muy útil. Cuando David se separó Lidia vio a Tasia que seguía disculpándose.
-bueno, creo que has dejado de compadecerte-comentó como si nada-¿aún subestimas tus poderes?
Tasia la miró perpleja y David comenzó a reír sin parar. Las compañeras de habitación de Tasia se relajaron al ver que no iba a pasar nada grave.
-lo has echo aposta-dijo Tasia ofendida , aunque no pudo ocultar la sonrisa- ¿así es cómo ayudas? ¿No podías haberme dicho que podríamos ganar en la Arena o que había mejorado mucho, o simplemente que mi poder es genial?
-estabas buscando halagos-bromeó Lidia- no te los iba a dar, mis métodos son más efectivos
Todos rieron viendo el enorme agujero en la pared. Nadie negaba que eran efectivos. Lidia no iba a permitir que uno de sus compañeros se compadeciera de si mismo y que por eso no diera el máximo en las pruebas, no ahora que estaba tan cerca de recuperar a su hermana.

-viene alguien-dijo Alicia, la gemela más traviesa- Agnus me ha dicho que han oído el ruido y vienen hacia acá
-¿quién es Agnus?-preguntó Tasia
-el fantasma amigo de mi hermana-contestó la otra gemela
-¿qué vamos hacer? Se nos va a caer el pelo cuando vean la que he liado-dijo Tasia algo asustada
-yo creo que Miguel aprovechará para sacarte de la competición- comentó David tocándose la barbilla
-¿qué?-exclamó Tasia-no, explícamelo luego, ahora pensar como arreglamos esto
-están ya aquí-volvieron advertir las gemelas
Todos se miraron sin saber que hacer.
-salir de aquí- les dijo Tasia a David y Lidia-no deberías estar en nuestras habitaciones
-bueno, tampoco debería estar esa agujero ahí-añadió Lidia
Mientras Lidia y Tasia debatían si debían irse o no David cruzó una mirada con Carmen. Esta miraba muy interesada la pared.
-creo, creo que tengo una idea- dijo Carmen captando de nuevo la atención
Concentrada en cada elemento comenzó a elevarlos y colocarlos sobre la pared, ladrillo a ladrillo, trozo a trozo. Cada mota de polvo debía estar en su sitio. Probó de varias maneras diferentes intentando que no se viera ninguna imperfección, y lo consiguió.

-perfecto-dijo David
-sí, pero tengo que estar concentrada en que no se mueva nada. Con cualquier sobresalto se caerá todo
-túmbate y haz que duermes así no te molestaran- aseguró Lidia intentando ayudar
Carmen hizo lo que le dijeron y se tumbó bajo las sabanas cerrando los ojos, aunque no perdía ni un segundo la concentración en la pared.
Acababan de sentarse en la cama para aparentar normalidad cuando entraron en la habitación dos profesores, Alaya y Miguel.

-¿qué está ocurriendo?-exclamó este último
Los que estaban en la habitación a  excepción de Carmen levantaron la cabeza con aire inocente.
-no se de que habla-dijo Lidia
-aquí no ha pasado nada fuera de lo habitual, solo hablábamos sobre las pruebas de mañana-añadió David sonriendo angelicalmente
-¿y qué ha sido ese ruido?-preguntó uno de los profesores
-yo no he oído nada-declaró Tasia
-ni yo-comentaron las gemelas, como siempre, a la vez.
-procedía de aquí-siguió insistiendo el mismo profesor-echaremos un vistazo por si acaso
Revisaron la habitación y más tarde el baño, pero no encontraran nada. El único momento tenso fue cuando Alaya miró la pared donde había estado el agujero con demasiado interés.

-debe haber sido un error-dijo ella sonriendo
-sí, marchémonos-ordenó Miguel con disgusto- espero que no sigan sucediendo más “incidentes” si no, tendré que ponerles fin yo mismo
-pero que se crepdfhgdiusdbfvij-Tasia tapó la boca de Lidia antes de que soltara alguna barbaridad.
-buenas noches y gracias por preocuparos, por supuesto nos comportaremos como se debe-dijo Tasia-¡¡¡aahh !!!-Lidia le había mordido la mano para que la soltara. Tasia se miró el mordisco con cara de pena y luego fulminó a Lidia.
Alaya la miró sonriendo y cuando todos se fueron ella se quedó allí parada.
-¿quiere decirnos algo?-le preguntó David al ver que no se iba
- a vosotros no, al menos todavía- y sonriendo como una niña traviesa se acercó a la cama de Carmen. Se agachó hasta arrodillarse a los pies de su cama y con los labios justo en su oreja gritó- ¡buuu!
Carmen abrió los ojos totalmente asustada y la pared se deshizo volviendo a caer en el suelo. Tanto las gemelas como el resto de los presentes en el cuarto estaban anonadados con lo que Alaya acababa de hacer, pero más aún con las carcajadas que no dejaba de emitir. Incluso se sentó en el suelo echándose la melena de pelo gris hacia atrás mientras miraba a cada uno de los niños y luego a la pared sin dejar de reír.

-debo admitir que casi me engañáis, pero llevo dando clase a Carmen desde que era una cría; me conozco sus trucos y ahora ¿cómo pensáis arreglarlo?
-aún no lo habíamos decidido-admitió Carmen roja como un tomate porque los habían descubierto
-me lo esperaba-dijo la profesora levantándose del suelo. Ya no reía pero seguía sonriendo ampliamente.
-¿nos va a delatar?-preguntó Tasia
-no veo que ganaría yo con eso-le respondió Alaya encogiéndose de hombros. Desde luego no se parecía a su abuela Elisa, pensó Tasia-veamos, vosotras dos-dijo señalando a las gemelas-ir a mi aula y coger un frasco con polvo dorado, no lo abráis y tener mucho cuidado que no os vean
Las hermanas asintieron y salieron corriendo para cumplir su misión.
-mientras esperamos, decirme como ha ocurrido
Los tres compañeros cruzaron una mirada. Fue David quien se decidió hablar, porque tanto Lidia como Tasia parecían muy interesadas en el techo de la habitación.
-Tasia ha optado por no participar en la Arena y Lidia intentaba convencerla
-¿a porrazos contra la pared?-preguntó Alaya divertida. Los pupilos de Elisa, aunque algo perdidos y traviesos, le gustaban. Esperaba que no se apagaran si seguían ahí dentro, como el resto de sus alumnos.
-emmm no-siguió contándole David-Lidia dijo algo que no gustó a Tasia y esta perdió el control
-y la estrelló contra la pared-terminó por él, Alaya-me alegra saber que no quedan rencores entre vosotras
-con las veces que Lidia me ha echo comerme el suelo, por una vez que cambien las tornas no pasará nada-bromeó Tasia
-ten cuidado- le advirtió la bruja de la oscuridad- haber si vuelven a cambiar las tornas de repente y acabas en el suelo
-ya, ya chicas-intervino Alaya. Sabía que estaban bromeando pero aún no las conocía lo suficiente para saber sus reacciones. -¿por qué cambiaste de opinión Tasia?¿te da miedo luchar en la Arena?
-sí
-mentira-contradijo Lidia a su compañera
-en realidad lo que le pasa es que cree que es más débil que nosotros-le explicó David- y con la nueva norma uno tiene que quedar fuera, ella decidió por nosotros sin consultárnoslo
-pero niña, si eres una Lemental, eres poderosa como nadie
Tasia sonrió tímidamente.
-Lidia me ha convencido de eso, y aunque sigo pensando que no estoy lo suficientemente preparada lo voy a intentar con todo lo que tengo
-así me gusta-la felicitó Alaya.-En ese momento vio como Tasia sonreía a sus compañeros y notó el cariño entre ellos. Cada uno, a su manera, compensaba las faltas del otro y se ayudaban mutuamente. Así es como Alaya recordaba sus jóvenes años en el internado.-de todas maneras ya no podías echarte atrás, Elisa os inscribió ayer entre los participantes- Antes de que pudieran añadir algo más las dos compañeras que faltaban en la habitación, Zule y Ade, entraron discutiendo sobre que chico era más guapo, Nathaniel o Jeray.

-Nathaniel es mucho más guapo y muy divertido-decía Ade
-pero Jeray tiene mejor cuerpo, y es más alto, mil veces mejor que Nathaniel-la contradijo
-Jeray es un creído con cara de sapo, da igual que tenga músculos, nadie lo soporta
-tú sí que tienes cara de sapo-afirmó Zule esquivando la mano de Ade antes de que le diera una colleja
La discusión paró cuando vieron el agujero en la pared. Se quedaron paralizados con la boca abierta de par en par y los ojos tan grandes como naranjas.
-¿qué...qué ha pasado?-tartamudeo Ade
La otra bruja en cambio no fue tan discreta.
-alaaaaaa cacho de agujero ¿qué habéis echo?
-Zuleica haz el favor de no gritarlo que intentamos que nadie se entere-la amonestó Carmen
La joven se calló aunque hizo una mueca al escuchar su nombre completo. No tardó en volver a abrir la boca, pero al menos lo hizo sin gritar.
-¿entonces que hace la maestra aquí?
-nos va ayudar a arreglarlo-intervino Tasia
Y por fin aparecieron las gemelas con el frasco de polvo dorado en las manos.
-vamos vamos chicas- las apremió Alaya cogiendo el recipiente-taparos la nariz-les pidió.
Y antes de que dijeran nada ya lo había abierto. La única que no se tapó la nariz a tiempo fue Lidia. 
-no ocurre nada-y siguió sin taparse la nariz
Alaya no contestó. Cogió una pizca de de polvo y lo esparció por los ladrillos a la vez que decía:
-que el objeto dañado vuelva a su antiguo estado, el engaño será ocultado y todo reparado
Quedaba algo raro decir las palabras tan solemnes mientras tenía que taparse la nariz y las pequeñas gemelas tuvieron que hacer un esfuerzo por no echarse a reír. Cinco segundo después de haber pronunciado las palabras todos los escombros que habían esparcidos fueron colocándose en su sitio como había ocurrido con Carmen, solo que esta vez nadie los controlaba. Alaya se destapó la nariz y el resto hicieron lo mismo.
-asombroso-murmuró Ade- ¿enseñarás a hacer eso en clase?
La profesora sonrió.
-cuando paséis de nivel, creo que el año que viene estaréis listas
-el año que viene, entonces Carmen ya sabe hacerlo-dijo Zuleica
-parece fácil, no lo es- añadió la aludida
Un estornudo que retumbó por toda la habitación llamó la atención de todos. Era Lidia. Luego otro, y otro, y otro.
-te dije que te taparas la nariz
-venga ya-se quejó Lidia-¿cuánto dura esto?
-no se sabe-informó Alaya sonriendo. Le hacía gracia ver como no paraba de estornudar, a ella y al resto ,porque todos reían divertidos-tendrás que esperar y ver, ahora a dormir.
Ella se fue y Lidia desapareció todavía estornudando. Mientras las más pequeñas se ponían los pijamas y se metían en sus camas David se despidió de Tasia.

-duerme bien ,mañana comienzan las pruebas-la abrazó y le dio un beso en la frente. Luego   en los párpados y en la mejilla hasta llegar a sus labios.
-no quiero que te vayas, me gusta estar así contigo
-y a mi, no sabes cuanto
-pues quédate-subió sus manos al cuello de David y lo atrajo para volver a besarlo. Era adictivo. Demasiado adictivo.
David gruñó por lo bajo incapaz de resistirse.
-no me tientes, no quiero ser el culpable de que mañana te quedes dormida en mitad de una prueba
-es difícil que me quede dormida mientras corro
-despediros ya tortolitos que quiero dormir-saltó Zule
-igualita a Lidia-comentó David
-fuera David-volvió a insistir Zule
Aunque suspirando Tasia le dio un último beso y él se fue. Eran las once y todos ya estaban acostados, tenía que descansar para mañana, esperaba ser capaz de conseguirlo.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Capítulo 44 (uno queda fuera)


Era cerca de la hora de comer cuando Tasia despertó. Por un momento, no supo donde se encontraba ni que hacía allí, pero poco a poco la mente se fue despejando y los recuerdos vinieron. Pegó un respingo al notar la caricia de una mano sobre su pelo. Era su abuela, quien sentada en una silla junto a la cama ,la miraba con el ceño fruncido.

-¿por qué nadie me ha despertado?- le preguntó al mirar por la ventana
-necesitabas descansar- siguió acariciándole el pelo sumida en sus pensamientos- no dejo de reprocharme lo que has sufrido
-no debes, nada de esto ha sido tu culpa
-tú no deberías estar aquí- argumentó Elisa- el internado no es seguro
-nosotros fuimos los que quisimos venir, incluso desobedeciendote-respondió mientras se erguía, apoyándose en los brazos para ver mejor a su abuela.
-cierto, y no sabéis donde os habéis metido, si no fuera por lo ocurrido ayer contigo y la sombra, y por el problema en que se metió Lidia en el comedor, recibiriáis un severo castigo, pero creo que ya habéis pagado vuestra estupidez
-lo volvería hacer-le dijo Tasia, aun sabiendo que era mejor guardarse esos pensamientos para ella.
-¿acaso crees que no lo sé? Te conozco demasiado- suspiró apartando la mano del cabello de su nieta- ¿cómo te encuentras?
-bien- se calló teniendo la viva imagen de Sergio herido en la mente- pero yo no soy la que necesita ayuda-Se levantó de un salto con el corazón acelerado. Anoche no había podido explicarse, y ahora se lo reprochaba, esos niños los necesitaban.-Sergio necesita ayuda, y los niños, es por la hechicera, los están torturando, abuela están en peligro, y Elena lo sabe y no hace nada para impedirlo, es peor, ella también hace esas cosas horribles con la hechicera, pobre Sergio lo engañó- se quitó el pijama y comenzó a buscar por la habitación una muda para cambiarse. No paraba quieta y cada vez hablaba más rápido. Y encima las palabras se le trababan debido a los nervios.

-Tasia, respira- le pidió Elisa- no podré hacer nada si no me lo explicas todo

Tasia asintió sentándose de nuevo en la cama, todavía no seguía en ropa interior pero apenas se daba cuenta. Aspiró con profundidad y le explicó lo sucedido ayer.
Una vez que empezó, ya no pudo parar. Aún no era capaz de dirigir lo que había visto sobre Elena y Sergio. Ella, una bruja de la oscuridad. Él, una sombra sin alma. Se había criado con ellos, podían llevarse peor o mejor, hablar más o menos, pero habían crecido con ella. En apenas unos meses todo había cambiado. No era la primera vez que pensaba en eso, y no sería la última, como sospechaba. Necesitaba más tiempo para compaginar una vida con otra, para aceptar que ya nada volvería a ser como antes, sin embargo, sí sabía que no cambiaría lo vivido los últimos meses por nada. Cuando terminó de hablar, su abuela no dijo nada. Ni siquiera la miraba. El único indicio que revelaba que no se había quedado dormía era el continuos movimiento de sus manos, las cuales, se retorcían entre si.

-tres niños del internado han desaparecido en los últimos meses, estamos recibiendo pedidos de auxilio de otras casas de entrenamiento, también han desaparecido niños. Temíamos que fuera por culpa de la hechicera- le explicó, aunque hablaba más para si misma que para su nieta-quédate aquí y descansa, voy a convocar una reunión urgente con el consejo
Tasia fue a replicar pero lo pensó dos veces, su abuela no era de las que cambiaban de parecer, ni de las que se dejaban convencer. Ya se había demostrado cuando intento “protegerlas” en la finca.

-Lidia y David ¿dónde están?
-Lidia hablando con Simona, la bruja de la oscuridad. Ella era quien se iba a encargar de evaluarla y ha decidido anular su prueba
-¿de verdad?-le preguntó para cerciorarse
-sí, ayer Lidia demostró de sobra que podía controlar su poder
Tasia sonrió contenta por su compañera.
-David está entrenando,ya han colgado las pruebas para poder entrar en la Arena y se puso de inmediato con ellas- la miró de arriba abajo desde el marco de la puerta- cuando descanses deberías ir a entrenar con Marcus, me comentó que estabas algo floja en combate , te hará falta una vez que entres en la Arena, y tus compañeros no tardarán en reunirse con él
-¿piensas que entraré en la Arena? Inquirió asombrada. Ni siquiera sabía que su abu tuviera conciencia sobre sus planes para luchar por ser el mejor de los Guardianes. Pero ha estás alturas ,no debería extrañarle que su abuela lo supiera todo.
-participan los mejores, y tú lo eres- la besó en la mejilla y salió.

Tasia no pensaba volver acostarse. No se sentía cansada y lo que menos le apetecía era dormir. Después de darse un ducha con agua ardiendo, que la ayudó a relajar los músculos y las agujetas del día anterior, se fue al comedor. Anoche no había cenado y su estómago rugía sin cesar. Se encontró con las mesas vacías y la habitación desierta.

-perdona- llamó Tasia a una de las chicas que se pagaban las estancia trabajando, acababa de entrar y ya se disponía a salir por la puerta de servicio-¿no hay nada para comer?
La chica la miró con os ojos abiertos. Tasia se extrañó cuando esta comenzó a tartamudear.
-no...no...no se p..puede comer fuera de..del horario- consiguió decir con dificultad
Tasai resopló indignada. De verdad que tenía hambre. Fue a darle las gracias a la chica, pero esta ya había desaparecido. “sí que hay gente rara por aquí” pensó mientas se dirigía al tablón de anuncios del pasillo principal. El cartel que buscaba estaba puesto en el centro, en un folio amarillo con las letras impresas en negro.


ARENA

  • Pruebas para participar:
-Velocidad: Día 13 al amanecer. Lugar: Pista de atletismo. Duración: 3 Km
-Combate: Día 14 a las 9:30. Lugar: Patio de combate. Duración: 5m por combate
-Agilidad: Día 15 a las 10:00. Lugar: Sala de entrenamiento. Duración: ¿?
- Magia: Día 15 a las 17:00. Lugar: Sala grande. Duración: 15m por participante.
-Orientación: Día 16 al amanecer. Lugar: La entrada al bosque. Duración: Todo el día



  • Puntuación:

-Solo puntuarán los participantes que queden entre las primeras diez posiciones de cada prueba.
-Dichas puntuaciones serán:


      1. 15 pts
      2. 12 pts
      3. 10 pts
      4. 8 pts
      5. 6 pts
      6. 5 pts
      7. 4 pts
      8. 3 pts
      9. 2 pst
      10. 1 pts

-Los Guardianes que competirán en la Arena serán aquellos quince que tengan las puntuaciones más altas

  • Reglamento:

-Solo habrá un premio. Los concursantes deberán elegir si participar con su equipo o individualmente.

- Si algún grupo de Guardianes consigue clasificarse por entero en las quince primeras plazas, un integrante del grupo e deberá ser descalificado de la Arena ,ya que el resto de los participantes estarían en desventaja. Dicho Guardián deberá hacer el examen de inteligencia sobre magia. Si el participante de dicho examen, obtiene la mejor calificación también recibirá un premio. Si por el contrario, suspende, todo su equipo perderá.

- Una vez dentro de la Arena; no hay regla alguna

  • Día que dará comienzo la Arena: 18 a las 8:00. Lugar: Coliseo. Duración: ¿?



¡ Buena suerte y que gané el mejor !




Atentamente: El consejo

Tasia tuvo que releer el folio tres veces para entender todo lo que ponía. Lo primero que la preocupó fue que habían adelantado los días. Las pruebas comenzaban mañana. Ella apenas había entrenado. Lo segundo que la preocupó fueron las puntuaciones ¿cómo haría para estar entre los quince primero? Pero eso no fue nada a comparar cuando leyó la parte del examen de magia. Nadie le había dicho nada sobre un examen. Pero como había leído, eso solo ocurría si todos los del equipo entraban en la Arena. Si ella quedaba fuera de la clasificación, Lidia y David entrarían y juntos podrían con cualquiera. Esa idea comenzó a formarse en su cabeza y a coger cada vez más cuerpo. Aunque quisiera entrar, no estaba segura de poder conseguirlo. De esa manera se quitaban un problema de en medio. Lidia y David podrían con ellos, estaba segura. Convencida con lo que acababa de decidir se fue hacía las salas de entrenamiento. Se sorprendió cuando vio la sala completamente llena y a los Guardianes luchando por parejas. Apenas había espacio libre y todos los maestros estaban allí. En una de las colchonetas Lidia y David luchaban entre ellos. Tasia tardó en ir hacia ellos, embelesada por la gracia y la habilidad que tenían peleando. Ella no era ni mucho menos así de espectacular. Marcus la llamó al verla, también tenía que entrenar. Mientras andaba intentando no interrumpir a las demás parejas se percató, no sin bastante consternación, que todos dejaban los que estaban haciendo para mirarla. Cuando llegó junto a ellos estaba totalmente roja.

-¿por qué me miran todos?
-te parece poco el espectáculo que diste anoche- dijo Lidia riendo
-pero es una escuela de magia¿no ocurren cosas como esas?
-en absoluto- contestó Marcus mientras le pasaba una par de dagas- no se diferencia mucho de otros internados
David rió al escucharlo. Salió de la colchoneta dejando espacio a Tasia y le besó en la mejilla cuando ella pasó por su lado.
-¿cómo te encuentras?
-perfectamente- le respondió con una sonrisa tranquilizadora. Se puso en posición y empezó a pelear con Lidia.

Una, dos, tres y hasta cuatro veces ,Tasia se comió la colchoneta.
-muevete Tasia- le gritó Marcos totalmente exasperado tras ver como su alumna llevaba una hora haciendo un pésimo entrenamiento-no te estás esforzando- y mientras lo decía Lidia la volvió a tirar.
-me estás aburriendo Tasia- le dijo Lidia, volvía a tener su mal humor
Tasia la ignoró. No pondría en peligro la misión, ella no era tan buena como para poder pasar la Arena, ellos sí. Haría lo imposible para que ellos ganaran, esta era su mejor manera de ayudar.
-David contra Tasia,posiciones básicas
David asintió de mala gana pero se colocó en su sitio. No le gustaba luchar con ella ni mucho menos, pero era por su bien, si no estaba preparada para las misiones podría ocurrirle algo verdaderamente malo.
Al hacerle la primera llave, aunque no utilizo apenas fuerza, ella calló. La miró sorprendido y se apresuró ayudarla.

-no quería tirarte con tanta fuerza- se disculpó, pero no dejaba de mirar a Tasia. Ella no había puesto resistencia. Y tanto Marcus como Lidia empezaban a darse cuenta de que llevaba todo el entrenamiento igual.
-bien- intervino Marcus- ya que Tasia no le apetece pelear ,entrenara de otra manera
Tasia lo miró recelosa. Eso no era habitual en Marcus.
-quiero que des tres vueltas a todo el internado
-¡¿a todo el internado?!- gritó indignada y sorprendida
-eso he dicho
-creo que es demasiado- intervino David con tacto, el castigo de Marcus había sido excesivo
-las órdenes las doy yo- Tasia asintió de mala gana y se fue, le quedaba una larga mañana- a estás alturas no podemos permitirnos flojear ambos lo sabéis
-sí, pero fue demasiado, el terreno podría abarcar dos kilómetros fácilmente- argumento Lidia- a lo mejor no se ha recuperado del todo, ya sabes, por lo de anoche
Marcus miró a David esperando que hablara. David lo hizo aunque de mala gana.
-estaba bien, cuando la he levantado no tenía ningún indicio de cansancio o herida
El entrenador resopló disgustado .
-iré asegurarme de que está corriendo- y salió dando grandes zancadas. Parecía una guerrero peligroso con el pelo negro y su fuerte complexión.
-¿qué estará tramando esta vez?- preguntó Lidia ausente, pensaba en el comportamiento de Tasia -espero que deje las tonterías a un lado antes de las pruebas ¿seguimos?



***

-un poco más, un poco más- rezongaba Tasia en la tercera vuelta. Había pensado en disminuir el ritmo varias veces ,pero cada vez que paraba a descansar veía a Marcus en la parte alta del edificio observándola. Apenas era un punto negro a lo lejos, pero estaba segura de que era él. Se limpió el sudor de la frente con el dorso de la mano mientras usaba todas sus fuerzas para poner un pie detrás de otro. Con esfuerzo pasó otra curva, ya solo le faltaba los dos últimos tramos. Ante ella apareció David sonriéndole.

-no le veo la gracia- le recriminó fulminándolo con los ojos
El rió y se puso a correr con ella.
-¿qué a pasado esta mañana?¿por qué no te has tomado en serio el entrenamiento?
Ella esquivó sus ojos intensamente verdes.
-no sé a que te refieres, he hecho todo cuanto he podido-dijo en un jadeo. Dios no podía seguir corriendo
David la agarró de la mano y al instante sintió un subidón de energía. Era como si una corriente de aire fresco le recorriera el cuerpo. Cerró los ojos para sentirlo mejor y al abrirlos él la miraba serio. Ocultando sus pensamientos, como siempre hacía. Le acarició la mejilla y la acercó para besarla. Lo recibió con los brazos abiertos pero no entendía nada. Sus cambios de humor la tenían perdida. David era encantador por naturaleza aunque tenía esa lado socarrón y peligroso que la atraía, otras veces era divertido, y en ocasiones la miraba como si temiera perderla, pero estaban esas otras veces en las que se ocultaba tras un muro y se volvía distante. Llevaba tiempo sin ver esa mirada oscura, pero hay estaba. Y ella no hacía más que preguntarse qué era aquello que ocultaba y que le hacia tanto daño.
David volvió sonreír.
-vamos que ya queda poco para terminar-la alentó, y echó a correr con ella.

A lo lejos Tiffany y Jeray miraban la escena con atención.

-¿crees que son una amenaza para poder derrotarlos en la Arena?-preguntó Tiffany con los brazos cruzados sobre el pecho
-el chico ,sí, no le he visto fallar ni un solo movimiento en el entrenamiento
-yo también me he fijado-admitió la chica-no me fío de la bruja, no sabes por donde puede salir, pero la otra... será fácil de vencer, si consigue entrar
Jeray no apartó la mirada de Tasia.
-no la subestimes, es una Lemental
Tiffany echó hacia atrás uno de sus tirabuzones rubios, tan rubios que casi parecían blancos, y bufó despectiva.
- y yo soy una Gélida, mi poder es tan único como el suyo, podré con ella

Jeray dejó de mirar a la pareja cuando entraron en el internado, iban cogidos de la mano y riendo por algún comentario que había echo él. Centró su mirada en Tiffany.
-eres demasiado pegada de ti misma, creo que ayer te venció en las carreras con vallas
Tiffany ignoró el comentario.
-preocúpate de la morena, no es moco de pavo- Jeray hizo una mueca al escuchar la frase.-¿cómo puedo fiarme de que respetarás el acuerdo?-preguntó ella , el año pasado se habían enfrentado con uñas y dientes por ser el mejor.
-no puedes, deberás confiar en mi, este año ganaremos los dos, nos necesitamos para vencerles
-trabajo en equipo-suspiró Tiffany- que remedio