jueves, 26 de enero de 2012

Fuego capítulo 26 (Sergio...)

Los músculos de las espalda de David se tensaron y las dos chicas cruzaron una mirada extrañada. Luego David se relajó y habló como si nada.
- por los libros, llevo años estudiando todo sobre el inframundo
Tasia asintió pero sin estar totalmente convencida. El musfing voló por alrededor de ellos rompiendo la tensión que se había adueñado del ambiente. Brilló con intensidad permitiendo que los demás vieran lo que había través del cristal. Un poblado.
-¿ lo rompemos?- preguntó Lidia
David se encogió de hombros
-algo habrá que hacer
Lidia volvió a murmurar palabras que ninguno conocía y alargo el brazo para tocar la pared.
-¿por qué no se rompe? Debería de haber explotado
La bola peluda negó con la cabeza y empezó a chocar contra el muro.
- el bicho se ha vuelto loco- dijo Lidia mirándolo divertida
- Tasia intentalo tú
Esta se puso las dos manos en el cristal y empezó a derretirlo. Se aparto cuando había hecho un agujero por donde cabían los tres, pero antes de poder pasar el cristal se cerró.
El musfing chocó otra vez con el cristal.
-creo que quiere decirnos algo- dijo Tasia reflexionando en voz alta
-¿ qué quiere?¿qué empujemos?
-eso parece- intervino David- intentemoslo
Los tres se apoyaron contra la pared empujando con todas sus fuerzas. No ocurrió nada.
El musfing no paraba de insistir en golpear la pared y como no conseguía que los Guardianes hicieran lo que quería empezó a dar vueltas con la cueva como un loco ,cuando paró una letras brillaban en el aire “ no magia”ponía. Luego desaparecieron.

- al parecer quiere que rompamos esto sin magia- dijo David pensativo mientras pasaba la mirada del musfing al cristal- creo que tengo una idea, Tasia vuelve a derretir el cristal
- pero si no sirve de nada- replicó ella
-tu hazlo
L a joven Lemental hizo lo que le pedían y en cuenta apartó las manos del cristal David sacó su espada y la encajó haciendo que el cristal se cerrara a su alrededor. A tasia se le iluminó la cara cuando supo lo que él intentaba hacer.
-quieres quebrarlo- dijo maravillada ante la idea
- sí pero no tengo fuerza suficiente
Lidia se unió a ellos dos para empujar hacía un lado y a otro.
-¿ la espada no se romperá?- preguntó la bruja
- podéis estar seguras de que no- aseguró David sonriendo
Todos exhalaron con gratitud al darse cuenta de que se había agrietado el cristal. Renovaron sus esfuerzos con más ganas y varios minutos después se rompió en pedacitos  al igual que el árbol anterior.
Todos saltaron hacía adelante chocando contra el duro y frío suelo.


Mientras tanto en un local en el centro de Granada Sergio pedía un copa al chico de la barra.
- eso solo lo beben los viejos- le dijo un voz femenina por encima del hombro
-¿ y tú que bebes Elena? 
Esta se acercó al camarero apoyando sobre la barra los codos e inclinándose para que el chico tuviera una perfecta visión de su escote. Luego le susurró al oído que quería beber.
Sergio asintió al camarero para que también pusiera lo que había pedido ella.
-¿ Qué haces aquí?¿ vienes hacerme compañía?- le preguntó con voz ronca mientras bajaba la cabeza para besarla
- ahora no- dijo Elena apartándose de él muy seria, cogió su baso y se fue hacía la salida sin pagar.
Después de dejar el dinero sobre la barra salió del bar y siguió a Elena quien no paró de andar hasta llegar a un callejón  oscuro donde no había nadie.

- si querías que estuviéramos solos solo tenías que decirlo- dijo el chico antes de beber un trago de su cubata
Elena no rió su broma. Dejó caer su fachada de chica buena y seductora para mostrarse como de verdad era, cruel. Se acercó a él sin decir ni una palabra y le tocó el pecho con un dedo. Sergio salió disparado por el aire para chocar contra un contenedor.

-¿ estas loca?- le gritó él haciendo una mueca de dolor
-no, el problema es que eres tan sumamente estúpido que no eres capaz de realizar una tarea sencilla
-¿ de que estas hablando?- preguntó Sergio algo asustado. Quien era esa que lo había tirado por los aires, era tan fría y calculadora ,esa no era la Elena que conocía y no sabía como reaccionar.
- habló del maldita brillo de labios de Tasia , que , resulta no era el que me distes sino el de su queridísima amiga
-¿él de Cintia? Yo solo cogí el que tú dijiste
- ¡yo te dije el de Tasia y por tu culpa todo ha salido mal! - dijo Elena gritando a ese idiota que le hacía perder la poco paciencia que tenía
-espera- dijo él intentando poner en orden sus pensamientos- Cintia esta en el hospital ¿tú se lo hiciste ?
Elena no contestó, sin embargo, esbozó una sonrisa diabólica
- jamas pensé que serías capaz de tanto, yo no quería que la hirieras
-ni yo- dijo ella exasperada- yo solo quería matar a Tasia
-¿ ma...matar?
-vaya, eso no es lo que querías- dijo Elena poniendo una cara de inocencia totalmente fingida y aunque no fue una pregunta él contestó
- no- de repente se dio cuenta de su intervención en ese asunto y se arrepintió de haber hecho todo lo que Elena le pedía
-una lástima porque ahora que no quieres ayudar tendré que matarte a ti también
 Sergio se alarmó al instante y todos sus sentidos le gritaban que corriera y se salvase porque la chica que se acercaba a paso lento hacía él no era  la Elena que conocía, ahora solo veía a una niña que se parecía a su amiga solo que no tenía ni una pizca de sentimientos humanos.
- una pena -dijo Elena cuando estuvo junto a él – podríamos habernos divertido mucho


***


Lidia se puso de pie y con un movimiento de cabeza echó  su pelo hacía atrás para poder ver mejor que su alrededor. David estaba ayudando a levantarse  a Tasia y el musfing no paraba de merodear irritando a Lidia. Un ruido de cristales chocar les hizo girarse y ver como la pared se reconstruía de nuevo.
- eso no debería haber ocurrido – dijo David tocándose la barbilla de forma pensativa- creo que esa pared antes no existía, la habrá colocado el demonio para no tener intrusos
- una bonita bienvenido- ironizó Lidia
-chicas recordad que ahora tenéis que representar bien vuestro papel

Tasia no los escuchaba inmersa de en la aldea que había no muy lejos de ellos. Era como un pueblo de la edad media lleno de animales mitológicos. Las casa estaban hechas de madera retorcida enganchando unos troncos con otros para hacer las paredes y una especie de arcilla o barro hacía el tejado. Había varios carros tirados por caballos  y algunos de los seres que habitan por ahí ponían los pelos de punta con sus colmillos o garras. Por el cielo se oyó un graznido y vieron a un carro tirado por un borguio que surcaba los cielos en medio de la noche. Fue descendiendo hasta aterrizar en una de las cuatro torres del castillo  que tenían justo en frente. Un castillo que parecía un fortaleza de piedras negras con enormes murallas y guardias por todos partes.

-parece que nuestro demonio acaba de llegar a casa- dijo David- Tasia de esta parte te encargas tú
-¿ Qué tengo que hacer?
-seducir a los guardias- dijo Lidia
Tasia era la única indicada para hacerlo. Si Lidia lo intentaba acabaría matando a los tipos antes de aguantar sus impertinencias y David no tendría la oportunidad de acercarse ya que en cuanto lo vieran darían la voz de alarma.
-¿Por que yo?- pregunto la Lemental ella no creía que fuera capaz de engañar a nadie de esa manera ,no se consideraba una seductora en potencia.
- porque son humanos- dijo Lidia- esclavos que solo viven por y para su amo, si yo me acercó los mataré antes de que abran la boca
-dijisteis que no podían  entrar humanos
- es que ellos estaban aquí antes de cerrar el portal, se mantienen vivos porque estan ligados a sus amos si, si él muere todos sus siervos tambien
- entiendo – dijo Tasia aunque no fuera verdad- conclusión los dejo fuera de combate pero sin matarlos
-sí y cuando estés dentro nos abres la puerta – añadió David  
Tasia asintió y se encaminó hacía las puertas de madera dejando a sus amigos escondidos tras un árbol. Estaba nerviosa pero tenía que conseguirlo. Era su primera misión en el inframundo y no estaba dispuesta a fallar. Antes de salir a la visto de los dos  guardias David la llamó.
- ten cuidado- le dijo con una sonrisa que consiguió relajarle el cuerpo.

No sabía que hacer nunca había coqueteado abiertamente con un hombre como hacía Cintia “ eso es” pensó aliviada solo tenía que comportarse como le había dicho su amiga durante tanto tiempo y que siempre había ignorado. Se abrió la chaqueta y se desató la coleta a la vez que movía la cabeza lentamente mientras los guardias la miraban. Ando hacía ellos meneando las caderas levemente y con una sonrisa en los labios.

-bonita ¿ qué haces por aquí?- le preguntó uno de ellos
- creo que me he perdido, solo buscaba un poco de diversión
- yo puedo darte lo que quieras preciosa- dijo este con un claro orgullo masculino
Tasia se mordió el labio inferior provocativamente mientras pasaba un dedo por encima de su escote.
-no estaría mal
-no seas estúpido- dijo el otro guardia- es una Amazona te sacará los ojos en cuento te distraigas- “al parecer este tenía algo más de cerebro que el otro” pensó Tasia aunque eso solo hacía más difícil su tarea
- lo único que me va  a sacar es lo que tengo entre las piernas

Tasia se mordió la lengua ante el comentario obligándose a seguir con el papel, no le extrañaba que Lidia perdiera los estribos a la mínima ,le estaba costando controlarse  a ella misma y eso que era bastante más pacífica que su compañera. Pero tenía que convencer también al otro guardia sino sus amigos serían descubiertos.
Se acercó al guardia que se negaba y pasó su dedo índice por su pecho hasta llegar al pantalón. Luego se apartó sonriendo, una sonrisa tirante y demasiado falsa pero al parecer ninguno se dio cuenta de la diferencia.
-yo quería divertirme con ambos pero si no se puede- se encogió de hombros acercándose al primer guardia

Sin embargo cuando entró por la puerta la seguían los dos guardias.

Afuera Lidia y David salían de su escondite.
-no pensaba que lo consiguiera tan rápido- dijo la chica mirando las puertas del castillo
-ni yo- murmuró David con la mandíbula apretada y los puños cerrados, ahora estaba de bastante mal humor.
La puerta se abrió y pasaron corriendo la distancia que los separaba. Tasia los esperaba dentro con los dos guardias inconscientes en el suelo. Se estaba abrochando la chaqueta cuando sus amigos llegaron hasta su lado.
David de acercó a ella muy serio y le murmuró al odio.
-parece que no te a acostado mucho seducirlos, ni siquiera parecía que fingieras.
Ella lo miró extrañada por su tono frío y algo dolida. “¿ Qué había hecho para que él pensara así de ella? Solo cumplía con la misión”

-¿ Qué te pasa?- le preguntó mordazmente sacando todo su orgullo hacía afuera
- nada- y se apartó
Solo intentaba explicarse porque estaba tan celoso, o porque había nacido en él un instinto posesivo sobre ella que jamas había sentido, la quería para él, que le sonriera a él y que estuviera con él y ese sentimiento lo había dejado aturdido y sin saber como reaccionar. ¿Como estar con ella cuando ocultaba un secreto tan grande? Y si no lo intentaba ¿sería capaz de verla con otro? Estaba seguro de que no.
- sera mejor separarnos y buscar la bola, quien la encuentre que lance un rayo al cielo, nos reuniremos en la cueva.

4 comentarios:

  1. decirte que te sigo y me encanta tu blog y sobre todo tu historia me tiene super enganchadisima estoy deseando de saber mas y tambien quisiera decirte que te pasaras por mi blog es http://mina2611.blogspot.com

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  2. Woo me acabo de dar cuenta que no te comente T.T
    Bueno primero... ¿¡DAVID CELOSO?! WOOOOU! Aunque no me gusta
    que crea que Tasia es suya... e.e
    ¡No porfavor! A sergio no me lo mates! Era un hijo de pitufo, pero no es pa que muera...
    ¡Siguiente! :)

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  3. Mina me alegra que te guste y me pasare por el tuyo no lo dudes :)
    Sarah tu siempre leyendo y comentando mi historia y te adorooooooo al igual que adoro "explorando el mundo de los misterios" xD

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  4. mee encantaaa! esty super enganchadaaa a tu libroo!
    sigee escribieendoo! y el 27 prontoo! :)

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