jueves, 9 de febrero de 2012

Fuego capítulo 27 (10 minutos antes)


Lidia vio como sus dos compañeros le daban la espalda furibundos y echaban andar  en direcciones contrarias. Resopló cabreada de tener que oír las discusiones de esos dos y se dirigió al centro del castillo en busca de la bola.

-bolita, bolita, bolita ¿donde estas?, venga cariño, ven con mami- empezó a susurrar pasados muuuchos minutos.
Se estaba volviendo loca con tantas habitaciones y sin encontrarla. Mientras miraba debajo de una cama el suelo tembló tan fuerte que hizo moverse todo el mobiliario, incluida a ella, que se quedo sentada de culo agarrando la pata de la cama. Un rayo blanco surcó el cielo iluminando la noche del inframundo. David había encontrado la bola. Salió corriendo llevándose a un par de guardias por delante en dirección a la cueva.


10 minutos antes del terremoto...


David había llegado en busca de la bola hasta la tercera torre del castillo. Después de haber subido y bajado centenares de escaleras, después de haber rebuscado por todos los rincones y sin poder hacer el más mínimo ruido para no llamar la atención de los guardias la había encontrado en la torre. “Pero no podía ser un tarea fácil” pensó disgustado. No, tenía que estar custodiado por una criatura mágica dos veces más grande que él, con dos cuernos como los de un toro y cubierto por todo cubierto por pelaje negro excepto las dos alas que salían de su espalda manchadas de una cosa viscosa anaranjada. Era feo con ganas y cuando abrió la boca con la intención de agarrarlo con su lengua se le revolvió el estómago. Empuñó su espada y le corta la lengua, esta cayó al suelo moviéndose como como un pez fuera del agua. El chico hizo una mueca de asco antes de agacharse para esquivar el ataque del enorme bicho. Con un movimiento rápido de su espada hirió al monstruo en las rodillas. En vez de caer al suelo como David esperaba la criatura lo empujó contra la pared dislocándole el brazo derecho. Mientras el ruido de la espada al chocar contra el suelo inundó la habitación el se agachó para esquivar un zarpazo. Sin embargo,  con la otra garra consiguió herirle en el pecho.  David harto de esa bestia sacó un cuchillo del pantalón y se la clavó en el abdomen. La criatura se reveló e intentó volver atacarlo pero antes de que pudiera hacer nada David sacó el cuchillo y le hizo un corte en el cuello. De repente se vio acorralado en la esquina de la pared con un monstruo de 160 Kilos apuntó de caérsele sobre él. Y como algo instintivo desplegó sus enormes alas de blancas de plumas. Salió volando hacía el otro lado de la torre justo cuando el monstruo calló. David volvió a ocultar las alas maldiciendo ser tan descuidado. Si no quería que los demás se enterasen de esto tendría que ir con más cuidado, no podía permitirse estos descuidos. Siempre controlaba sus poderes con facilidad pero ahora mismo había salido su otra parte, la parte que quería enterrar desde hacía muchos años y aquí, en el inframundo, todo su ser se revelaba al sentir tanta magia a su alrededor. El suelo comenzó a temblar sin control. Lanzó un rayo blanco rompiendo el techo para avisar a las otras dos guardianas y tras coger la bola se fue hacía la cueva.


10 minutos antes del terremoto en el otro ala del castillo....


Tasia estaba frustrada por no encontrar nada, y lo peor es que tenía la cabeza en David. No entendía su actitud minutos antes ¿ Por qué había sido tan brusco? Desde que lo conocía tenía la cabeza como una olla de grillos y todo por culpa de ese niño con ojos verdes.
Merodeaba por el pasillo cuando apareció delante de ella un hombre realmente guapo. Sus ojos eran azules celestes con el pelo moreno rizado. Sus labios eran finos y formaban una semi sonrisa, era tan alto que podría haber sido un jugador de baloncesto e iba vestido con un traje de chaqueta negro con una camisa blanca.


-¿quien eres?- preguntó ella entre fascinada y temerosa
-eso debería preguntarlo yo, ya que este es mi castillo
-¿tú...tù eres el demonio?
-prefiero que me llamen Drew pero sí, soy yo- le contestó él ensanchando aun más la sonrisa, una sonrisa oscura que ocultaba infinidad de secreto al igual que su mirada, parecía haber visto y vivido demasiadas cosas- tú eres una Lemental ¿verdad?
-no- dijo ella rápidamente ocultando su sorpresa como mejor podía
-no intentes engañarme- dejó se sonreír aunque tan solo un segundo, luego volvió a esbozar la misma sonrisa- puedo sentir tu poder desde el otro lado del castillo, al igual que esa brujita de la oscuridad y al otro chaval , no logró identificar su procedencia- dijo tocándose la barbilla
-es humano, un Guardián -dijo ella sin darse cuenta de la información que revelaba con ese comentario
-puede  ser pero... no importa- hizo un movimiento con la mano como descartando el tema, ahora tenía sus ojos fijos en ella – me interesa mucho más tu poder
Extendió sus manos con las palmas hacía arriba mientras sus ojos se volvían negros, todo negro. El suelo comenzó a moverse fuertemente con sacudidas que hacían temblar las paredes del castillo. Una grieta se abrió en el suelo tan profunda  que Tasia sintió un vértigo increíble. Sacó sus dagas de las botas y las apretó con fuerza para darse valor, ella y las alturas no eran amigas. La grieta se alargó por todo el pasillo pasando entre sus dos piernas. Saltó hacía la derecha intentando no fijar la vista en la caída que había a tan solo un metro de ella. Al mirar al demonio este estaba abalanzándose sobre ella haciéndola caer y encerrándola entre él y el suelo. Tasia se aterrorizo , y luchó contra Drew para liberarse ,pero él la sujetaba fuertemente sin permitirle que lo hiriera con las dagas. Al cabo de unos segundos el terremoto cesó  y los ojos del demonio volvieron a ser azules. Para sorpresa y alivio de Tasia el demonio se levantó y se apartó varios metro de ella metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón. Le dio la espalda.
-eres como mi Davinia – dijo él más sorprendido que la propia Tasia
-¿ Quién es ella?- incluso con el miedo incrustado en todos sus huesos tenía curiosidad
Un brilló blanco entró por la ventana y los dos se giraron a mirarlo.
- tus amigos te llaman, vete
Ella no daba crédito a sus oídos, ¿ la dejaba libre?
- a riesgo de que cambies de idea y me mates ¿pero por qué me dejas libre?
-no puedo matar a alguien que se parece tanto a ella
 Estaba tan serio enterrado en viejos recuerdos que Tasia pudo ver un reflejo de tristeza y dolor en sus ojos antes de que lo ocultara. Era tan extraño ver esas emociones en un demonio que por un momento quiso ayudarlo pero cuando él la miró otra vez Tasia vio su lado demoniaco y salió a correr, no iba a poner su vida en riesgo por tener compasión por un demonio, uno que había estado apunto de matarla. Agradeció a Davinia, fuera quien fuera, su nueva libertad.

Tasia llegó a la cueva y lo que encontró fue a David sin camiseta y a Lidia tocándole el pecho. Sintió un pinchazo en su interior , una sensación muy parecida a los celos. Luego vio  la sangre y fue hacía ellos para ver que había ocurrido.
Apartó a Lidia bruscamente mientras inspeccionaba las  heridas.

-¿Qué te ha pasado?- preguntó quedamente
 David estaba embobado mirándola, ni siquiera le dolían las heridas. Solo notaba el taco de sus dedos por el pecho y el escalofrío que le recorrió el cuerpo. Se quedó sin habla viendo lo preocupada que estaba ella por él. Eso lo complació y sonrió contento.

-tuve problemillas para conseguir la bola
- tenemos que curarte ¿tienes más heridas?- siguió diciendo Tasia algo alterada
-me disloque el brazo pero Lidia lo ha vuelo a colocar- le dirigió una mirada sombría a la chica morena- aunque no con mucha delicadeza
-¿nos vamos?- preguntó Lidia haciendo caso omiso a los otros dos- el cristal a desaparecido, que raro ¿verdad?
David lo miró pero no le dio importancia las heridas le escocían mucho y no tenía ganas de preocuparse más que por volver. Tasia en cambio se encogió de hombros sospechando que esto tenía que ver con Drew.
- Lidia ¿ tú puedes llevarnos a la entrada del portal ?- preguntó David con voz neutra
-sí
Colocó un mano sobre el hombro de David y otra en la muñeca de Tasia. En un abrir y cerrar de ojos los Guardianes estaban en el punto de partida. El portal hacía la tierra.
Tasia sacó la llave y la levantó hacia el cielo por instinto. El mismo remolino de aire que lo había traído se los llevo de vuelta.

4 comentarios:

  1. que emocionante esta, cuanto mass leo mas quiero sube pronto que quiero saber que ocurrira

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  2. Me ha encantado, sigue asi :)

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  3. me encantaa me encantaaa! sigientee capituloo ya!

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  4. me alegra que os guste gracias por comentar y decirme vuestras opiniones ...besos :)

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